Parece que los inversores están cada vez más acostumbrados a mantenerse firmes durante los desplomes del mercado. Tras un repunte cercano al 30% en el S&P 500 durante 2013, muchos estrategas esperaban que la volatilidad volviera este 2014, pero lo cierto es que el “índice del miedo”, el VIX, se ha mantenido en general en niveles bajos, superando solo de forma ocasional el nivel de 20 (como ya sucediera el año pasado).

Al reducirse la volatilidad, el mercado, en general, se ha movido de forma lateral: el S&P gana un 1,6% en lo que va de ejercicio y el VIX registra un descenso del 9,3%. En este sentido, Russell Rohads, del Option Institute de CBOE, afirma en MarketWatch que “los inversores están expresando así una complacencia justificada”. Los “eventos excepcionales” como la crisis de Ucrania centran su atención durante un tiempo, pero luego caen en el olvido.

Así, opina, que haría falta un verdadero “cisne negro” en la economía y los mercados, para ver un mayor alcance, un impacto más profundo. Para que la volatilidad sostenida vuelva a entrar en acción, habría que sufrir dos crisis simultáneas, algo así como una reunión muy impopular de la Fed y una nueva amenaza en Ucrania. “Simplemente no hemos tenido ese 'doble golpe' (…) los chicos listos no necesariamente están entrando en pánico cuando se producen pequeños selloffs, y desde 2013 eso ha estado bien”, explica.

S.C.