Ni tan siquiera en jornadas como la de hoy, en la que un buen dato de desempleo hace temer una subida de tipos más temprana de la que espera el consenso, los índices lo evidencian en su comportamiento.

Tal y como dicen los analistas de Bespoke Investment, “se trata de una bolsa que da un paso hacia adelante y otro hacia  atrás. Básicamente estamos negociando en lateral todo el ejercicio y nos aproximamos ya al final del primer semestre del ejercicio.

El mercado está evidenciando una amplitud bastante débil en la actualidad. Sólo un 42% de las acciones del S&P 500 cotiza por encima de su media móvil de 50 sesiones. Se trata de una lectura muy baja.



Los sectores que cotizan por debajo de su media de 50 jornadas son:
bienes básicos, energía industriales, telecomunicaciones y materiales, que son los sectores más sobrevendidos. Por el contrario, ninguno de los 10 sectores que forman parte del índice estadounidense están sobre comprados. La semana pasada eran cuatro.



Esta debilidad no extraña, si se tienen en cuenta las actuales circunstancias macroeconómicas y el hecho de que la bolsa lleva más de seis años de subidas. Habrá que ver qué ocurre a partir de ahora después del dato de empleo conocido en la sesión. En la actualidad, la mayor parte del consenso cree que la FED podría comenzar a subir los tipos a partir de septiembre. La situación no parece fácil para la autoridad monetaria, sobre todo por los confusos datos que conocemos semana tras semanas. De hecho, la semana pasada se supo que la economía del país se había contraído en el primer trimestre del año.

Por el momento, tanto a la FED como a los expertos les preocupa la falta de apetito de los consumidores estadounidenses, que siguen con una confianza relativamente baja en relación a los niveles de empleo actuales de la economía americana, donde se han creado 280.000 el mes pasado y la tasa de paro se encuentra en el 5%.

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