Sin embargo, asegura que no “le gusta ser un aguafiestas”, pero este no es un “momento para celebrar”
Por ejemplo, atribuye un fuerte impulso a las medidas del Banco Central de Japón. Sostiene además que “hay un volumen bajo de las operaciones”, y que el viernes durante el día, “no pasó el anterior máximo histórico”. Sincere explica que “si esto fuera un verdadero mercado alcista, de amplitud, volumen y presencia institucional” habría sido “mucho más fuerte”.
El gran bajista fue Jesse Livermore, que creía que “el mercado en 1.928 estaba sobrevalorado ridículamente”. En aquel entonces, habría sido una “locura ir a corto en el mercado”, pero eso es exactamente lo que hizo Livermore. Por desgracia, casi perdió gran parte de su apuesta, porque la bolsa parecía imparable.
Por el contrario, Sincere argumenta que “Livermore aprendió a ser paciente”. Cuando el mercado pasó “de alcista a lateral”, vendió todas “sus posiciones largas”. “Él aprendió por experiencia que es mejor vender pronto en un fuerte mercado alcista y pasar a obtener efectivo”, añade.
En resumen expone que no hay que dejarse llevar por los impulsos y los momentos actuales y que la sobreventa es grande. Por tanto, “es un rally solo hecho a medida de bobos”.