1- Comience pronto a ahorrar: Explican que la subida de las acciones y los dividendos puede tornar una colina en una montaña con el tiempo. Recuerdan que entre 1928 y 2014 el S&P 500 ha dado una rentabilidad anual media del 9,6% sin ajustar por la inflación. Explican que una rentabilidad más conservadora de un 6,5% anual en una cartera de 22 años, si se invierten 200 euros al mes puede terminar en unos 248.600 euros.
2- Invierta regularmente. En teoría lo más óptimo es dedicar entre el 10 y el 15% de nuestros ingresos.
3- Intente usar inteligentemente la ley fiscal.
4- Diversifique su cartera: De esta forma evitaremos perder todo nuestro dinero. Un fondo de inversión, o una cartera de diferentes acciones o bonos nos darán esa diversificación.
5- Céntrese en productos de bajo coste y evite grandes fees.
6- Compense: Periódicamente venda parte de su cartera que haya subido mucho y actualice la proporción precisa de acciones y bonos.
7- Sea paciente: Está comprobado científicamente que es mucho más rentable mantener los nervios en su sitio que entrar en pánico y vender a la primera de cambio para volver al mercado después.