Según este informe, realizado por expertos de las universidades de Valencia, Extremadura y Castilla-La Mancha, la pensión pública es la única fuente de ingresos para siete de cada diez mayores de 65 años en España. Solamente un 30% cuenta con ingresos alternativos que provienen de productos financieros (29%), planes de pensiones (22%) y alquileres (13%).
El 45% tiene dificultades para llegar a fin de mes. El estudio, que ha permitido identificar el perfil de ingresos y gastos de las personas que han accedido a la jubilación en nuestro país, constata que un 67% de ciudadanos mayores de 65 años percibe unos ingresos mensuales por debajo de los 1.250 euros y que hasta un 38% vive cada mes con unos ingresos que no llegan a los 750 euros.
Solo un 6% supera los 2.000 euros mensuales. Las personas que tienen más ingresos son principalmente aquellas que tienen fuentes de ingresos alternativas a la pensión pública.
Fuente: ‘La revolución de la longevidad y su influencia en las necesidades de financiación de los mayores’.
En total, un 57% de los encuestados declaran unos ingresos inferiores a los 1.000 euros mensuales. El 77% convive con otras personas que, en muchos casos, también disponen de ingresos reduciendo al 20% el número de hogares con esta renta. Aun así, del total de encuestados, un 45% señala que tiene dificultades para cubrir sus necesidades. En las mujeres, este porcentaje alcanza el 51% frente al 37% de los hombres.
El gasto medio asciende a 953 euros al mes. Los mayores de 65 años que residen en sus hogares tienen un gasto medio mensual de 953 euros. La mayor parte de los ingresos se destinan a vivienda y necesidades básicas. Luz, agua, gas, comunidad, teléfono, etc. Consumen mensualmente el 31% del total del presupuesto (295 euros) y alimentación, ropa y productos de limpieza alcanzan el 35% (332 euros). A salud (seguros de salud, medicamentos, dentistas, etc.) se dedican 104 euros al mes, mientras que los 171 euros restantes se destinan al ocio.
Fuente: ‘La revolución de la longevidad y su influencia en las necesidades de financiación de los mayores’.
La edad de los individuos condiciona el reparto del gasto, incrementándose en las personas de más edad el gasto en salud y en necesidades básicas frente al gasto en vivienda y ocio. Es importante destacar también que un 38% de los mayores señalan que prestan ayuda económica a sus familiares. El importe medio mensual de esta ayuda asciende a 51 euros.
AHORRO ANTE POSIBLES CONTINGENCIAS
A pesar de que solo 171 euros de su renta mensual se destinan a conceptos que no son de necesidad básica, los pensionistas intentan ahorrar. Un 22% de ellos afirma que probablemente no disponga de suficiente patrimonio para cubrir sus necesidades futuras. Ante esta percepción, un 56% de las personas mayores de 65 años prefiere ahorrar por si tiene que afrontar algún imprevisto.
El 40% señala que no puede hacerlo porque carece de ingresos suficientes y, por el contrario, un 4% prefiere gastar todos sus ingresos sin pensar en posibles contingencias.
PLANIFICACIÓN DEL PATRIMONIO
Más allá de las contingencias, los mayores de 65 años también piensan en dejar un patrimonio a sus herederos. El 91% de quienes hoy están jubilados tiene una vivienda en propiedad pero no dispone de otros ahorros en bienes inmuebles distintos a su residencia habitual. El 72% optaría por dejar todo su patrimonio a sus herederos, mientras que un 24% preferiría gastarlo y dejar en herencia sólo la vivienda habitual.
PÉRDIDA DE PODER ADQUISITIVO
Tal como pone de manifiesto el estudio ganador de la XI edición del Premio Edad&Vida, el progresivo envejecimiento de la población plantea varios retos al sistema público de pensiones en la actualidad y en el futuro. Sus autores apuntan a que la revalorización anual de las pensiones será inferior al crecimiento de los precios, derivando en una importante pérdida de poder adquisitivo para los pensionistas en sus últimos años de vida.
Para ilustrar esta previsión, el equipo investigador ha creado un simulador. Esta herramienta permite determinar, en base al perfil de gastos e ingresos de una persona, qué situación económica tendrá a partir del día de su jubilación. Con esta información, es posible definir una estrategia de ahorro precisa y diseñada para responder a necesidades económicas concretas.
EJEMPLO 1: Carlos, 27 años*
Carlos es un joven que hoy tiene 27 años y percibe unos ingresos netos anuales de 20.000 euros. Ha empezado hace tan solo 5 años a trabajar y cuando se jubile, a los 67, habrá cotizado lo suficiente como para percibir una pensión pública de 1.456 euros al mes. Teniendo en cuenta la inflación y la revalorización de las pensiones, se estima que la pensión solo cubrirá el 100% de sus necesidades durante los dos años siguientes a su jubilación. Es decir, a partir de los 69 años sus ingresos serán inferiores a sus gastos.
Para compensar esta situación, es imprescindible diseñar una estrategia de ahorro periódico. Si empezara hoy (con 27 años) necesitará ahorrar 282 euros al mes para hacer frente a sus gastos durante toda su jubilación.
EJEMPLO 2: Julia, 40 años y 2 hijos*
Julia ha cotizado ya 18 años y piensa jubilarse con 67. Tiene unos ingresos de 30.000€ netos al año por lo que ya sabe que le corresponderá una pensión de 1.808 euros al mes. Con un nivel de gastos medio de 1.500 euros mensuales, Julia podrá hacer frente a todas sus necesidades económicas solo hasta los 78 años.
A partir de entonces, si desea mantener su nivel de vida, sus gastos superarán a sus ingresos. A partir de hoy, ahorrará 157 euros al mes para compensar esta situación durante su jubilación.
EJEMPLO 3: Marcos, 47 años*
Marcos acaba de cumplir 47 años, de los cuales ha cotizado 25. Con su nivel de ingresos actual (45.000 euros netos al año), le corresponde una pensión pública de 1.946 euros al mes si se jubila a los 67 años.
A partir de los 74 años, la pensión pública será insuficiente para cubrir la totalidad de sus gastos manteniendo su nivel de vida. Por eso se ha propuesto empezar a ahorrar hoy para su jubilación. Guardando 306 euros al mes, tendrá suficiente para todo su retiro.
*Para la elaboración de estos tres perfiles, los investigadores han utilizado el simulador partiendo
de las siguientes variables:
- Ninguno de los individuos cuenta con un ahorro previo acumulado.
- Se establece la jubilación a los 67 años en los 3 casos. En los ejempos 1 y 2 sería posible la jubilación a los 65.
- Se estima que los perfiles ficticios mantendrán el mismo nivel de ingresos y gastos a lo largo de toda la estimación.
- El simulador implementa en sus cálculos la regulación recogida en las reformas del sistema de pensiones de 2011 y 2013 y ha tenido en cuenta el Índice de Revalorización de la Pensión del 0,25% y una inflación del 2%.
- No es posible estimar gastos derivados de la eventual entrada en un estado de dependencia.
- Los cálculos se realizan teniendo en cuenta 12 pagas.
FOMENTO DEL AHORRO
La Fundación Edad&Vida defiende a razón de estos datos la necesidad de generar “una sólida cultura del ahorro y la previsión entre los ciudadanos que les permita complementar la pensión pública y hacer frente a sus necesidades económicas en la etapa de jubilación, asegurando con todo ello su bienestar”.
En su opinión, el esfuerzo ahorrador debería corresponderse con una gestión eficiente de los recursos públicos y un buen trato al ahorro por parte de la Administración. Además, señala le necesidad de que las entidades financieras y aseguradoras proporcionen un adecuado asesoramiento y trabajen en el diseño de productos adaptados a las necesidades reales de las personas.
Para conseguirlo, Edad&Vida realiza, entre otras, las siguientes recomendaciones:
_ Fomentar la educación financiera y la cultura del ahorro entre los ciudadanos
_ Desarrollar herramientas para planificar el ahorro necesario durante la vida activa
_ Favorecer con incentivos fiscales la previsión y el ahorro voluntario finalista a largo plazo
_ Mejorar la información y el asesoramiento profesional que reciben los ciudadanos
_ Desarrollar soluciones y productos que permitan maximizar el ahorro/patrimonio en la etapa de la jubilación para adaptarse a la longevidad de las personas y a las potenciales situaciones de dependencia