Siemens-Gamesa ha presentado hoy las cuentas correspondientes a su ejercicio fiscal 2022 (octubre 2021-septiembre 2022), un período en el que aumentó sus pérdidas hasta los 940 millones de euros, frente a 'los números rojos' de 627 millones de euros del año anterior.
Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, las ventas de Siemens Gamesa fueron de 9.814 millones de euros, lo que supone un 3,8% menos, mientras que el Ebit pre PPA y antes de costes de integración y reestructuración registró un saldo negativo de 581 millones de euros (frente a los -96 del año pasado), equivalente a un margen Ebit de -5,9%.
La compañía ha indicado que "este resultado se vio afectado por la inestabilidad de la cadena de suministro, los retrasos en la ejecución de proyectos, las dificultades en el lanzamiento de la plataforma Siemens Gamesa 5.X, una menor actividad de fabricación y fallos de componentes y reparaciones en modelos previos de plataformas 'onshore' (eólica terrestre)". No obstante, esta evolución se vio parcialmente compensada por el impacto positivo de la venta de activos de promoción renovable del Sur de Europa, que hicieron que el beneficio neto del último trimestre fuera positivo en 286 millones de euros.
A pesar de todo, Siemens Gamesa firmó pedidos por valor de 11.598 millones de euros durante los últimos doce meses, impulsando así la cartera de pedidos hasta alcanzar un récord de 35.051 millones a cierre de año, 2.509 millones de euros más que a 30 de septiembre de 2021.
Por otro lado, a cierre de septiembre de 2022, la deuda financiera neta ascendió a -1.232 millones de euros. La compañía cuenta con 4.402 millones de euros en líneas de financiación autorizadas, de los cuales se han dispuesto 1.615 millones de euros.
Además, dispone de una liquidez total de 4.029 millones de euros, teniendo en cuenta la posición de caja en balance a cierre del año fiscal 2020 (1.242 millones de euros).
Siemens Gamesa, sobre la que su principal accionista Siemens Energy ha lanzado una OPA sobre el 32,9% del capital social que aún no controlaba para su posterior exclusión de Bolsa, indicó que 2022 ha sido un ejercicio fiscal "especialmente complicado, marcado por un contexto macroeconómico y geopolítico extremadamente complejo".