¿Cuál es su previsión para el crecimiento global este año?
Pensamos que es posible que este año sea el segundo de crecimiento sincronizado, que creceremos a un ritmo parecido al del año pasado, quizá algo más. Los motores que nos ayudaron el año pasado, pensamos que sigue en pie. Claramente el consumo global va a ayudar a las distintas economías. Tenemos que darnos cuenta que la caída de la tasa de paro, la recuperación del mercado inmobiliario, de los mercados de renta variable, sin presiones inflacionistas… todo esto genera un escenario favorable para que el consumidor consuma y pensamos que también es favorable que las compañías inviertan. Otro de los motores que pensamos para este año es Europa. Hasta ahora ha sido EEUU el que daba las sorpresas positivas, pero pensamos que Europa puede jugar un papel económico a nivel global. Otro motor van a ser los beneficios, que están siendo sólidos.
No temen que un repunte de la inflación ponga en riesgo este escenario?
No vemos un repunte muy brusco de la inflación, pero sí esperamos que suba un poco. Sí que pensamos que hay motivos y que se deberían materializar para ver subidas graduales de la inflación. Uno de ellos es que en los mercados desarrollados la capacidad instalada es cada vez menor y cuando se estrecha la diferencia, ejerce presión en la inflación.
También estamos en el segundo año de crecimiento sincronizado, y esto provocaba que aunque EEUU estaba creciendo siempre surgieran las dudas sobre la deflación. Que el crecimiento sea sincronizado ayudará a que la inflación siga subiendo.
Creo que también es importante que los índices de confianza estén en máximos históricos.
No estamos esperando un rebote muy fuerte de la situación.
Los Bancos Centrales seguirán siendo protagonistas. ¿Qué esperan ustedes para 2018?
El hecho de que empiecen a normalizar sus políticas monetarias es bueno. Llevamos nueve años de recuperación económica, el crecimiento va a ser sólido. Lo que sí que pensamos a pesar de que haya responsables nuevo a cargo de los bancos centrales es que lo van a seguir haciendo a través de una política continuista y que las subidas seguirán siendo graduales. Para EEUU esperamos tres subidas este año y en Europa no esperamos subidas hasta 2019.
¿Cuál es el activo que más les gusta en este escenario tan benigno que dibujan?
En nuestras carteras mixtas estamos sobreponderando claramente la renta variable sobre la renta fija. Durante el año pasado esta apuesta nos ha funcionado porque los mercados de renta variable son los que mejor lo han hecho, y seguimos pensando que estamos en un escenario muy parecido y pensamos que lo va a hacer muy bien. Estamos viendo mejora de beneficios que es muy importante para que las valoraciones se mantenga y luego, si lo comparas con otros activos ofrece más rentabilidad.
Con respecto a las valoraciones, nosotros pensamos que para la mayoría de los mercados las valoraciones están en torno a su media histórica. El único mercado en el que están algo más caras es en Estados Unidos. Pero pensamos que el escenario de hoy sigue favoreciendo la renta variable y hay que tener una exposición muy variada.
¿Qué prevén en cuanto a la renta variable europea?
En 2017 empezamos el año pasado algo más cautos y en el momento en el que se empezó a solucionar la inestabilidad política empezamos a aumentar el peso y a día de hoy estamos sobreponderados frente al índice de referencia. El mercado de renta variable europea si lo comparas con el americano no hemos tenido el mismo recorrido, con lo cual pensamos que lo debería seguir haciendo bien este año.
Algo que sorprendió el año pasado fue la baja volatilidad. ¿Debemos esperar algún episodio para este año?
Si viene algún episodio de volatilidad sería completamente normal. Si vemos el índice americano todos los meses terminó en positivo. Y la media interanual de caídas está en torno al 14% y el año pasado acabó en el 3%. No hay dudo que la volatilidad está en mínimos históricos, si este año vemos un repunte hay que aguantarlo, entra dentro de lo normal y sería hasta sana una pequeña corrección.
El año comenzó con un susto de la renta fija soberana. ¿Ven ustedes el riesgo de un pinchazo de esa llamada “burbuja”?
Nosotros no vemos burbuja en la renta fija soberana, pero sí pensamos que las rentabilidades que vamos a ver están en torno al cero o ligeramente negativo. Cualquier inversor que ha estado en este activo lleva 40 años con rentabilidades positivas y claramente el escenario ahora es favorable para otros activos. Tampoco vemos un repunte muy brusco y no pensamos que haya una burbuja. Pero pensamos que hay activos donde hay valoraciones más atractivas.
¿Qué recomienda a los inversores españoles que durante tantos años se han volcado en la renta fija?
Creo que cualquier cartera bien diversificada siempre tiene que tener exposición a la renta fija. No podemos tener una cartera en la que solo se tiene renta variable. Es el momento para que haya otros activos que pesen más que la renta fija de gobierno y hay que aprovechar que hay un buen entorno macro que se va a traducir en un crecimiento de beneficios, y la renta variable lo va a continuar haciendo bien. Nosotros en nuestras carteras mixtas sobreponderamos renta variable frente a renta fija.