“La realización de trabajo en solitario es un aspecto importante a considerar en Prevención de Riesgos Laborales dado que, asociado a la realización de trabajos en aislamiento, se generan una serie de riesgos que deben incluirse en la evaluación de riesgos, y en los procedimientos de seguridad de las empresas”, advierte Gabriel Rodríguez, Responsable del Área de Seguridad y Sistemas Gestión PRL de Quirónprevención.

Es por ello fundamental, a juicio de este experto, el que se establezcan medidas organizativas para que pueda existir la asistencia de otra persona en caso de encontrarse indispuesta, o se perciban situaciones peligrosas. “Este contacto podrá ser mediante teléfono, radioteléfono, o alarma. Por ello, es recomendable establecer adicionalmente otros medios de aviso, como son, por ejemplo, los dispositivos de pérdida de verticalidad, o de pérdida de movimiento, que garanticen la ayuda inmediata a las personas que trabajen en aislamiento, y que no den señales de actividad”, remarca Rodríguez.

LA SEGURIDAD PRIVADA

Precisamente, indica que uno de los sectores de actividad donde más se realizan trabajos en solitario es en seguridad privada, por ejemplo, en la custodia de bienes. Por eso, insiste en que deben implantarse medidas que garanticen la seguridad física, y que mitiguen la sensación de soledad que acompaña este tipo de servicios.

 “Unido al trabajo en aislamiento, existe el riesgo de agresión, de atracos, y/o actos violentos. En estos casos es necesario analizar los medios que eviten el aislamiento del vigilante, como las llamadas programadas regularmente a la central para asegurarse de que no hay incidencias en el servicio, o las visitas regulares de los inspectores de su empresa”, subraya este experto de Quirónprevención.

QUÉ HERRAMIENTAS PUEDEN SER IDÓNEAS

En los casos en los que se ha de desempeñar un trabajo en soledad, según prosigue, defiende igualmente que es necesario que las personas seleccionadas sean las más aptas para hacerlo: “Eso quiere decir que, además de cumplir los requisitos necesarios de conocimiento de la tarea, la experiencia, y el conocimiento de las herramientas necesarias, se cumplan una serie de requisitos a nivel de aptitudes psíquicas que les permitan superar la dificultad que puede ocasionar la soledad”. 

En este sentido, mantiene que es importante conocer que gocen de buen estado de salud, así como de aptitudes intelectuales que les garanticen enfrentarse a situaciones problemáticas que deberán resolver por sí mismos. “Todas estas aptitudes deben ser potenciadas con un correcto plan de formación, e información, que incluya pautas y ayudas que garanticen la Seguridad de Salud en este tipo de trabajos”, subraya Rodríguez.

De hecho, el experto en riesgos laborales aconseja la implantación de las videoconferencias como dinámica habitual de trabajo, el desarrollo de la telefonía móvil con 5G, las diferentes aplicaciones, y la IA con funcionalidades adaptadas a Seguridad y Salud para ganar eficiencia, eliminar desplazamientos, o por ejemplo dotar a las personas trabajadoras de una mayor autonomía. “Las empresas deben aprovechar estas mejoras analizando y minimizando el impacto negativo que puedan generar, pero aprovechando todos estos recursos para garantizar la falta de aislamiento de todas las personas trabajadoras”, destaca.

¿QUÉ TRABAJOS NO PUEDEN REALIZARSE EN SOLITARIO?

Tomando como referencia los criterios indicados, Gabriel Rodríguez, responsable del Área Seguridad y Sistemas Gestión PRL de Quirónprevención mantiene que no se deben realizar en solitario o aislamiento los siguientes tipos de trabajos:

  • Trabajos en máquinas con riesgo de atrapamiento, cortes, o golpes.
  • Trabajos de instalación, mantenimiento, o limpieza en máquinas, instalaciones, o espacios peligrosos.
  • Trabajos en zonas de peligros habitualmente inaccesibles y, por ello, no protegidas.
  • Trabajos forestales con peligros especiales.
  • Trabajos con productos que pueden producir la pérdida de conocimiento.
  • Trabajos en instalaciones eléctricas.
  • Trabajos en el interior de depósitos, máquinas, o en silos.
  • Trabajos de demolición.
  • Trabajos con aire comprimido, o de inmersión.
  • Trabajos sobre instalaciones de vías férreas.
  • Trabajos subterráneos que desprendan gases.

LOS RIESGOS ESPECIALES

A estos trabajos tenemos que añadir, según justifica, aquellos para los cuales el Reglamento de los Servicios de Prevención ya ha considerado la necesidad de la figura del ‘Recurso Preventivo’, y que, por lo tanto, no pueden desarrollarse sin la presencia de dicho recurso, y que tienen como función vigilar el cumplimiento de determinadas actividades preventivas, como por ejemplo todas aquellas con riesgos especiales, como el riesgo por inmersión, por grave caída desde altura, realizados en espacios confinados, trabajos con riesgo de sepultamiento o de hundimiento, entre otros.

“Uno de los problemas que nos encontramos los profesionales de la prevención a la hora de evaluar los trabajos en solitario es la carencia de regulación legal de los mismos. Como criterio legal, tomamos la ley de Prevención, dado que se indica la necesidad de evaluar y de minimizar los riesgos laborales. Como criterio técnico, más específico, nos basamos en la NTP 344 del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el trabajo, pero con la limitación de que esta última se trata de un criterio técnico, y no de una referencia legal”, concluye Gabriel Rodríguez, Responsable Área Seguridad y Sistemas Gestión PRL de Quirónprevención.