La entidad asegura que las personas de 65 o más años sin descendencia tienen el doble de posibilidades de jubilarse que aquellos que tienen hijos.
El informe asegura que un tercio de los 15,8 millones de hogares de personas de esa edad en Estados Unidos ayudan financieramente a su descendencia. En concreto, aseguran que se trata de unas personas que de forma conjunta atesoran 8 billones de dólares de activos. De hecho, una de sus autores afirma que “gastar en los hijos es como invertir en un agujero negro y determina la estabilidad financiera de muchas familias hoy en día”.
De hecho, aseguran que estas familias están más preocupadas en ahorrar para la jubilación que por preservar su patrimonio.
Quizá tenga que ver con la crisis. Hace unos años un estudio en este país afirmaban que las generaciones que ahora tienen entre 30 y 40 años probablemente no estén ahorrando porque no pueden.
Este informe decía en 2010 que en esos momentos el patrimonio de esa generación era un 7% inferior a aquellos con la misma edad a principios de los años 80.
Pero no sólo influye la crisis. Afirmaban los autores de ese informe que también coincidían otras circunstancias como eran la reducción de los salarios, la caída de las oportunidades laborales y la pérdida de valor de sus viviendas. Desde luego parece que aquella imagen de Estados Unidos hace cinco años podría trasladarse hoy mismo a otros países del mundo como España.
Decían en aquel momento que “si las actuales tendencias no se acaban, en unas pocas décadas podría ocurrir que en unas décadas los mayores de hoy sean menos capaces de apoyarlos financieramente”. Quizá en algunas ocasiones ese horizonte temporal se haya adelantado.
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