Analizan de forma diaria el oro, la plata y el petróleo. En este escenario de volatilidad y caídas en la renta variable, ¿cuál es su visión sobre el oro? No está aguantando todo lo bien que podríamos imaginar.
Mónica Triana: El oro está creando problemas, empieza a escasear fundamentalmente por dos cosas. En primer lugar, porque aumenta la demanda. Los inversores lo buscan como activo refugio que suele ser casi siempre, y baja la oferta. En segundo lugar, porque la distribución del oro tras el cierre de las fronteras de muchos países hace que se complique tanto el aprovisionamiento como el suministro. De hecho, ha habido ya varias empresas dedicadas a comercializar oro que han avisado de que iban a detener la cadena de producción porque no tienen manera de hacer llegar los pedidos a sus clientes.
Además, ha surgido un problema bastante más complicado. Con las caídas que se han sufrido en los índices a nivel mundial, todos los inversores buscaban liquidez, los fondos también, incluso los fondos diseñados para funcionar en este tipo de entornos también están sufriendo caídas y se han dedicado a vender liquidez. Esto ha provocado una distorsión importante en el oro, que no está funcionando todo lo bien que debería funcionar habitualmente como activo refugio que es.
El petróleo, para un inversor medio, ¿no está para entrar ni en el corto ni en el largo plazo? ¿O ven oportunidades?
M.T.: Para empezar, el petróleo, para un inversor medio, yo lo veo complicado de trabajar. Si es un inversor que se dedica al medio o largo plazo, desde luego creo que es un producto que debe descartar porque, para dedicarse a él en un plazo de tiempo elevado, si se trabaja con futuros, que es lo más habitual en el petróleo, tiene que estar pendiente de que cada vez que llega final de mes tiene que hacer rollover, es decir, cerrar la posición en el contrato actual y abrirla en el siguiente contrato. Ahí tiene que asumir que lo va a hacer a un precio diferente, ya que no suele coincidir, y por supuesto tiene que hacerse cargo del coste que tiene el cierre del contrato en vigor y la apertura de una nueva posición en el siguiente.
Hay otras formas de trabajar en el medio y el largo plazo, pero es a través de ETFs que replican entre comillas, porque no son fieles a la cotización de los futuros del petróleo. Es decir, para un inversor medio, en el medio-largo plazo, no lo veo. Lo único que veo posible es para un inversor que trabaje en el muy corto plazo, que piense en operaciones intradía, trabajando con futuros, porque con ellos podemos movernos en impulsos alcistas o bajistas, y podemos sacar rentabilidad. Pero únicamente lo veo para un inversor medio que esté formado para trabajar en el corto plazo.
En los principales índices, tanto europeos como estadounidenses, ¿lo peor ya ha pasado o aún ven mayores correcciones?
Carlos Gil: La verdad es que no sabemos si va a haber más correcciones o no. Es muy probable que las haya. Vemos mejor la situación y las posibilidades con los gráficos.
El gráfico del S&P500 es el que utilizamos siempre como referencia, porque entendemos que es el índice que marca la pauta al resto de los índices mundiales. El S&P500, que lo tenemos en gráfico mensual, cada barra representa un mes. La señal de mercado bajista para nosotros se activa en el momento que pierde su media de 10 meses. Es la línea señalada con la flecha naranja. Vemos que el mes anterior ya la perdió, con lo que empezó el mercado bajista.
También vemos una línea azul, que es la directriz alcista que procede del año 2009. Cada una de las flechas negras es un punto de tangencia del precio con esa directriz, porque trazar una directriz alcista entre dos puntos siempre se puede trazar una recta, entonces la validez de esa recta como directriz la tenemos en duda. En este caso, es válida porque vamos viendo las flechas negras, que son puntos de tangencia. También, según nos indica la flecha roja, esa directriz la ha perdido, haciendo una brecha tremenda.
En primer lugar, tendría que situarse por encima de esa directriz. En principio, estamos en un mercado bajista. Si bajamos al nivel semanal, vemos que ha habido un retroceso en este rebote hasta el 38,2% de Fibonacci en el gráfico semanal, es decir, cada barra representa una semana. La línea roja es la media de 200 sesiones, y debería romper la lanza para que consideremos que el mercado empieza a cambiar.
Si nos vamos al gráfico diario, vemos que, desde que se inició el crash que hemos tenido recientemente, la flecha azul indica la primera caída. Hubo un retroceso que corresponde al 50% de Fibonacci, es un retroceso perfecto, se inicia una nueva caída y retrocede hasta el punto donde se encuentran la flecha verde y roja, que se corresponde a 38,2% de Fibonacci. Este gráfico corresponde al cierre del viernes pasado. Tenemos la duda de si continuará haciendo una forma de V o si va a volver a caer.
A partir de aquí vemos en el gráfico diario que corresponde al cierre del lunes, vemos que empieza a dudar, no hay definida una dirección clara en un sentido u otro. Evidentemente, mientras la pandemia no mejore, esas dudas pueden persistir.
Hay un gráfico muy interesante respecto al tema de los rebotes. El gráfico corresponde al precio del S&P 500 durante la crisis del 2008, donde se produjeron fuertes caídas que indican las flechas rojas, y también había fuertes rebotes, que son las flechas verdes. Es decir, si se reprodujera en alguna medida la situación de 2008, podríamos esperar de nuevo caídas muy fuertes. Todo dependerá de cómo afecte a la economía, ya que en Estados Unidos y determinados países ya están prolongando los periodos de cierre de actividad. Con esto nos vamos a encontrar es que, en la medida en que esto se vaya alargando la economía se va a parar cada vez más y va a ser cada vez más preocupante y difícil de recuperar.
En cuanto a los índices europeos, la situación es peor. Los rebotes no son tan fuertes como en Estados Unidos porque no tienen las mismas fortalezas ni los mismos recursos el Banco Central Europeo que la Reserva Federal. El BCE se encuentra en una situación en la cual la crisis del coronavirus le ha cogido en un momento en que ya estaban los tipos incluso por debajo de 0, con muy pocos recursos. Por su parte, los tipos de interés en Estados Unidos estaban más altos, han actuado muy rápido y está teniendo un efecto diferente.
Aparte, las decisiones en la Unión Europea son muy difíciles, porque son muchos países, mientras que en Estados Unidos tomar decisiones es más fácil, se han puesto de acuerdo muchísimo más rápido, y han aplicado un paquete de medidas importantísimo. En este gráfico sobre el balance de la Fed, contando todo tipo de activos, se ha situado en 5,25 billones europeos, que son 12 ceros, lo cual es una cifra tremenda. Es decir, Estados Unidos ha tenido una respuesta muchísimo más fuerte que la Unión Europea.
¿Cuáles son los requisitos para salir de la crisis desde nuestro punto de vista? Que haya un aplanamiento de la curva de expansión de la pandemia, que continúe habiendo liquidez en los sistemas económicos, que haya una política fiscal agresiva, porque en Europa prácticamente están agotados este tipo de recursos, y que se vuelva a la producción y al consumo.
¿Ven opciones en este momento para las compañías tecnológicas, por el hecho de que se incremente el teletrabajo, aumentan las opciones de ocio en casa y las compras online?
C.G.: Es un momento muy delicado. Desde luego, nosotros creemos que, si existe alguna opción, la podemos encontrar en este mercado. Este gráfico lo hicimos en febrero, y explica que el 16% de las ganancias del S&P 500 las proporcionan las FAAMG. Si le quitamos esas ganancias, los beneficios del S&P se quedaban prácticamente planos. Realmente, la posibilidad de inversión la encontramos en este tipo de títulos.
En este gráfico vemos la evolución que ha tenido las FAAMG recientemente. La zona de arriba representa las caídas, mientras que la línea violeta es Amazon, una de las empresas que en un tramo hizo un doble suelo y se giró al alza para continuar subiendo. Es de los que se encuentran en una zona positiva. La línea azul es Netflix, que también hizo una vuelta con forma prácticamente de hombro-cabeza-hombro invertido. De allí sale al alza.
Vemos oportunidades en ellas porque ahora hay que quedarse en casa, es un problema salir a comprar, por lo que aumenta muchísimo el delivery, la venta a distancia y los servicios de Amazon. Además, la gente en casa tiene mucho más tiempo de ver película, y una de las opciones es precisamente Netflix. Son las que mejor están reaccionando de todo FAAMG, no digo del mercado, pero de las empresas con solvencia y de las que nos podemos arriesgar a invertir, ya que las caídas han sido inferiores al resto de las caídas del mercado.
Pensando en un inversor que quiera operar en un periodo de una o dos semanas, ¿con qué activos se quedan en este momento y por qué?
M.T.: En primer lugar, hay que decir que es un momento muy complicado, porque la situación ha generado unos niveles de volatilidad que han alcanzado máximos históricos, y buscar activos donde podamos tener inversión “tranquila”, yo diría que ahora mismo no hay. Para mí, ahora mismo invertir es arriesgado. Ahora, lo que sí que se puede hacer es picotear, elegir alguna acción en la que consideremos un objetivo prudente, no objetivos que impliquen tener que esperar meses o años, porque no tenemos ni idea de cómo vamos a recuperar ni cuándo ni de qué manera. De momento tenemos pistas, pero no tenemos seguridad.
Yo creo que lo más prudente es poner objetivos cortos en empresas como, por ejemplo, del sector tecnológico, o aquellas empresa españolas que tengan un elevado grado de capitalización, y que sean empresas líquidas.