Hubo un tiempo pasado, en los ´70- ´80 cuando puso muy de moda comprar mucha renta variable de grandes compañías por el dividendo que ofrecían, pero hoy en día el nivel de conservadurismo es enorme y aunque creemos que aquellos fondos que centren en compañías con reparto de dividendos darán una estabilidad mayor en cartera, prevalece el beneficio que da la renta variable, que supone más riesgo.
Es buen año para invertir en renta variable. Los precios de las acciones están muy bajos respecto a los precios históricos la media de las acciones europeas están un 30% por debajo y la españolas en 50%. Estamos en un momento para tener paciencia, no sabemos qué puede pasar mañana y la recomendación que hacemos desde todas las gestoras – paciencia y largo plazo- no es la que se está siguiendo ahora. Los precios están bajos, con una visión a largo plazo ganaremos dinero pero sacrificamos esa rentabilidad futura por una de corto plazo. Hasta que se liberen los temores del inversor español en cuanto a su futuro y tendencia, no veremos grandes saltos hacia la renta variable.
La renta fija lo que nos ofrecerá serán tipos de interés más altos o más bajos, según el activo. Hay una norma económica y es, como tengo más riesgo en renta variable, los dividendos se reflejan contra el diez años y tienen que dar más rentabilidad simplemente por el riesgo que se asume. Si nos metemos en el mundo de la renta variable, nos puede dar un 5-6%, rentaiblidades más interesantes si bien la oscilación de precios puede ser más alta.
Diversificación y paciencia son la clave del éxito en la gestión. Cuando hablamos de renta fija hay que esperar mínimo el plazo para cobrar el cupón. Si unimos estas dos variables por demos tener una razonable rentabilidad. Si conseguimos en 2013 una rentabilidad superior al 3-5% en renta fija, me parecerá un gran éxito.