Un día como ayer de hace seis años, las autoridades estadounidenses anunciaban el rescate de las dos agencias hipotecarias de Estados Unidos: Fannie Mae y Freddie Mac, otro de los hitos de la crisis subprime, que luego fue un crash financiero global y después una debacle económica que aún hoy perdura.
El seis de septiembre de 2008, Fannie Mae (Federal National Mortgage Association) y Freddie Mac (Federal Home Loan Mortgage Corporation) pasaron a estar controladas por el Gobierno de Esatdos Unidos. El entonces Secretario del Tesoro, Henry Paulson, advertía que ese rescate era “la única forma con la que puedo comprometerme con el dinero de los contribuyentes”. El también ya retirado expresidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, también apoyó la decisión. Financial Times la calificó entonces de la mayor operación de rescate de la historia.
Pérdidas entre ambas compañías de 14.900 millones de dólares y la amenaza de hacer explotar el mercado inmobiliario del país fueron motivo suficiente para inyectar dinero público por 200.000 millones de dólares. El rescate millonario de las hasta entonces desconocidas y después famosas Freddie Mac y Fannie Mae, no evitó la posterior bancarrota de Lehman Brothers, a la que el Gobierno de Washington decidió no rescatar; ni la necesidad de fusionar Bank of America con Merrill Lynch; o la de inyectar más dinero público en la aseguradora American International Group (AIG).
Paradójicamente, el propio servicio de análisis de Lehman Borthers, como banco de inversión, rebajaba la calificación de ambas firmas tras su nacionalización.