La Asociación Española del Gas (SEDIGAS) considera necesario que España acelere los trabajos para poder transponer la totalidad de la Directiva Europea sobre Eficiencia Energética. SEDIGAS cree que existe margen para que España se sitúe a la vanguardia de Europa en materia de eficiencia energética con el aumento del uso de gas, una vez que se ha conocido que más de dos tercios de los países miembros de la UE podrían ser sancionados por no completar la transposición de esta directiva en sus respectivas legislaciones.
SEDIGAS ha mostrado su satisfacción por el aprobado que ha obtenido España junto a Reino Unido, República Checa y Rumania de entre los países miembros de la Unión Europea. El balance que hace SEDIGAS es, por tanto, positivo, si bien la patronal del gas desea hacer hincapié en la necesidad de transponer la totalidad de Directiva Europea sobre Eficiencia Energética para situarse al nivel de países como Irlanda y Portugal, donde las estrategias están más desarrolladas.
SEDIGAS ha destacado que el gas es una energía abundante, asequible y amable. Su combustión es higiénica y sus emisiones de partículas nocivas son mínimas. Asimismo, SEDIGAS ha subrayado que el uso del gas canalizado es importante por conseguir un triple objetivo: mejorar la balanza energética de España, ahorro para el consumidor y mejorar la calidad del aire.
Eficiencia económica del gas
En el ámbito de la eficiencia económica y en el uso residencial, el gas tiene rendimientos superiores al 100% en calderas de condensación. En relación con el gasóleo, el gas produce un ahorro del 30% en el precio del combustible. Existen otras aplicaciones con gas que demuestran tener altos índices de eficiencia como son las bombas de calor / frío a gas; sistemas solar-gas; cogeneraciones; y micro cogeneraciones.
En relación al uso Industrial y a través de procesos como la cogeneración, el gas ayuda a la reducción de la factura energética ya que, según ACOGEN, la cogeneración puede llegar a ahorrar hasta un 20% de la energía que se consume en las industrias. Otras ventajas de la cogeneración es que tiene ahorro de hasta el 40% en energía primaria, rendimientos del 90%, no hay pérdidas en el transporte, y aporta una mayor seguridad de suministro eléctrico. En el caso de viviendas la cogeneración parte de una ventaja clara ya que mejora la calificación energética del edificio. En este campo el gas tiene una gran oportunidad de crecimiento ya que mientras la media europea del uso de la cogeneración es del 11,7% (cogeneración sobre generación eléctrica) en España es del 7,4%.
Eficiencia ambiental del gas
Si tenemos en cuenta que la calefacción residencial supone el 6% de las emisiones de PM10 (partículas sólidas o líquidas suspendidas en el aire) de un núcleo urbano, es muy importante que se trabaje para mejorar la eficiencia energética en este aspecto. Como principal foco de contaminación y por delante de la calefacción residencial está el tráfico intenso, industria local o los incendios forestales. Las condiciones geográficas y de pluviosidad de España (alta intrusión de arena sahariana y lluvias escasas) obliga a limitar, en mayor medida, las emisiones debidas a la acción humana.
En este contexto, el gas es la tecnología tradicional más limpia porqué, a nivel global, reduce las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) —en un 25% en relación con el petróleo y un 40% con el carbón—, de óxidos de azufre (SO2) y también de óxido de nitrógeno (NOx). A nivel local, el gas es el combustible que tiene menores emisiones de monóxido de carbono (CO), partículas sólidas, compuestos orgánicos volátiles y contaminantes orgánicos persistentes. Concretamente, en relación con la biomasa, el gas produce casi un 100% menos de emisiones sólidas a la atmósfera.
Eficiencia del gas en el transporte terrestre
En el ámbito de la movilidad, los vehículos propulsados por gas producen entre un 20 y un 30% menos de emisiones de CO2que los impulsados por gasolina. Además, no emiten casi partículas sólidas.
El gas es el combustible cuya aplicación para transporte tiene menor impacto sobre la salud mejorando la calidad del aire de las ciudades ya que reduce: en más de un 80% las emisiones de NOx; en más de un 95% las emisiones de partículas sólidas; cerca de un 100% las emisiones de SO2; en un 25% las emisiones de CO; y hasta un 25% las emisiones de CO2. A su vez también reduce las emisiones de gases de efecto invernadero ya que los vehículos propulsados por gas natural emiten entre un 20 y un 25% menos de gases de efecto invernadero que los impulsados por gasóleo o gasolina. Y por último pero no menos importante el GNV reduce considerablemente el ruido ambiental (los vehículos a gas son en un 50% más silenciosos que los que viajan con diésel).
Si nos fijamos ahora en las ventajas económicas del GNV, el gas permite ahorros de más del 50% respecto a la gasolina y del 30% respecto al gasóleo; reduce la dependencia del petróleo; y permite ahorros en la factura energética del país. Otra de las ventajas del GNV es que diversifica las fuentes de energía existente.
El gas en el transporte tiene una gran oportunidad de crecimiento ya que tiene presencia en flotas urbanas cautivas y automóviles de reparto, pero existen retos pendientes como es su introducción en los vehículos particulares (entre ellos, flotas de taxis) y la expansión de las gasineras (gasolineras que suministran GNC).
Eficiencia del gas en el transporte marítimo
El GNL como combustible marítimo, se presenta como una oportunidad de desarrollo económico en la zona de puertos y áreas metropolitanas cercanas. En este sentido, además de ser utilizado para la propulsión de grandes buques, su aplicación también es posible en el sector pesquero, los remolcadores portuarios, así como los mismos servicios que ofrece el puerto; la gasificación de los puertos ofrece la oportunidad de mejorar la calidad ambiental y los servicios de los mismos. Otro ámbito relacionado sería el de los astilleros, que verían reanimada su actividad por la construcción y reparación de embarcaciones.
Adicionalmente, el GNL aporta ventajas medioambientales al mundo marítimo; supone la reducción drástica de emisiones de azufre, nitrógeno y partículas sólidas. Y contribuye a crear claras oportunidades de creación de empleo y riqueza para España.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2015, aprobados en diciembre de 2014, incorporaron como novedad la reducción del 50% en las tasas portuarias para buques que utilicen como combustible gas natural licuado (GNL) para su propulsión en alta mar, así como para los buques que durante su estancia en el puerto utilicen gas natural para la alimentación de sus motores auxiliares.