La quiebra de Spanair es una más de entre las 100 que se han producido en los últimos 80 años. Detrás de la mala evolución del sector y las dificultades que está atravesando se pueden encontrar varias razones.
Se trata de un sector bastante atomizado, con un gran número de competidores, que en los últimos años se han visto multiplicados con las compañías low-cost.
Por otro lado
influyen factores como la evolución del crudo, la caída de la demanda y otros costes como la financiación de los aviones, o los seguros que provocan que el coste por pasajero se haya incrementado, haciendo que algunas rutas provoquen pérdidas, sobre todo las de corto y medio recorrido.
Creemos que hay que seguir evitando el sector en el corto plazo, aunque la concentración del mismo vía alianzas/fusiones entre aerolíneas americanas – europeas – asiáticas puede ser un buen catalizador para algunas compañías como Lufthansa e IAG. Aún así la presión continuará por el momento.
Si queremos tener presencia en este sector pensamos que la mejor opción sería estar de forma indirecta, es decir, a través de los fabricantes de aviones que han cerrado un año 2011 muy bueno, como ha sido el caso de EADS.
Julian Coca, gestor de renta variable de Inversis Banco