Como otros expertos, este analista destaca que cada vez son menos las acciones individuales que marcan nuevos máximos. Además, estamos entrando de lleno en los días “perros” de agosto con pocas perspectivas de buenas noticias que impulsen a la renta variable.
Por otra parte, el sentimiento se ve lastrado por los enfrentamientos entre Israel y Hamas, las tensiones entre Rusia y Ucrania... Y aunque todo esto puede derivar en un importante descenso en las bolsas, es imposible predecir cuándo se producirá la gran corrección que muchos esperan.
- Reequilibre su portfolio. Observe si sus ganancias de los últimos 18 meses han impulsado sus participaciones por encima de sus objetivos y venda ese remanente.
- Deshágase de sus activos de mayor riesgo, como por ejemplo las “caprichosas” redes sociales, valores biotecnológicos o de crecimiento agresivo.
- Reduzca sus apuesta en fondos de bonos de alta rentabilidad y otros vehículos de inversión de este tipo.
- Venda la deuda de los mercados emergentes, pues el aumento de los tipos de interés y la mayor aversión al riesgo podrían hacerles mucho daño.