Tras el lanzamiento en España en 2018, ahora le ha tocado el turno a Portugal, que se ha convertido -con Santander Sustentável- en el segundo país en el que Santander Asset Management comercializa fondos que aplican criterios sostenibles
Efectivamente, los fondos de inversión que se ajustan a criterios sostenibles se han convertido en una de las prioridades de Grupo Santander. Santander Sustentável, como los fondos sostenibles nacidos en España, se rige por una lógica de Inversión Socialmente Responsable (ISR) en compañías que cumplen, además de criterios financieros tradicionales, normas medioambientales, de responsabilidad social y de mejores prácticas de gobierno corporativo.
Gestionado por Santander Asset Management (SAM), su política de inversión es diversificada. La cartera se compone en en su mayor parte por obligaciones (la asignación neutral de la cartera del fondo es del 80% en obligaciones y del 20% en acciones) y ofrecen tasa variable y tasa fija, con un límite máximo del 25% del valor neto global del fondo invertido en acciones. Las emisiones de obligaciones y acciones se centran en la zona euro, aunque la cartera también puede estar invertida en activos europeos “no euro” pero de países pertenecientes a la OCDE y, en menor cantidad, de mercados emergentes.
Además de los habituales criterios financieros de rentabilidad, SAM analiza el desempeño de cerca de 900 empresas de 90 países, a través de un estudio de 100 indicadores ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo). De esta manera, las empresas se clasifican a nivel global y sectorial y se les asigna un rating de Sostenibilidad, que determinará la asignación de la cartera.
La ISR tiene cada vez más peso en la industria de fondos de inversión. El volumen de patrimonio en fondos sostenibles en todo el mundo asciende ya a 22,9 billones de dólares, lo que supone el 26% del total de activos gestionados, según Global Sustainable Investment Review. En España, y a pesar del despegue registrado en los últimos años, aún hay bastante recorrido de crecimiento. El último estudio de Spainsif, elaborado a partir de una encuesta a entidades que representan el 75% del total de los activos gestionados profesionalmente por entidades domiciliadas en España, muestra que los activos bajo gestión ASG alcanzaron los 185.614 millones de euros en 2017 frente a los 35.710 millones de euros de 2009. Una cifra todavía reducida si se compara con el volumen total de la industria.
Pionero en España
Santander fue pionero en España con el lanzamiento el pasado año de la primera gama de fondos sostenibles. En enero, sacó al mercado dos fondos mixtos: Santander Sostenible 1, de renta fija mixta internacional, dirigido a un inversor de perfil conservador, con un mínimo del 75% de la cartera en renta fija pública o privada y el 25% restante en renta variable; y Santander Sostenible 2, diseñado para inversores con un perfil de riesgo más elevado (invierte hasta el 55% en acciones y el 45% restante en renta fija). Ambos fondos también incluyen en sus carteras “green bonds”: deuda corporativa para financiar proyectos sostenibles, verdes, de energías limpias, reducción de emisiones… junto a fondos temáticos e inversiones en activos al margen del mercado europeo (bolsa americana, deuda ‘high yield’ o emergente.
El pasado junio, lanzó el fondo Santander Sostenible Acciones, gestionado por la gestora Lola Solana y su equipo. Está dirigido a inversores con un perfil de riesgo más elevado y su cartera está compuesta por compañías europeas, tanto de la zona euro como de Reino Unido, Suiza y otros países miembros de la Unión Europea, especializadas en sectores de energía renovable, tratamiento de residuos, reforestación, movilidad, eficiencia energética, innovación tecnológica, envejecimiento de la población, salud, agroalimentación y conectividad, entre otros.
La gama ha tenido una gran aceptación entre los inversores, alcanzando un volumen de patrimonio entre los tres fondos que supera ya los 700 millones de euros.
Apuesta por la diversidad
Para completar su oferta en fondos sostenibles en España, en octubre Santander sacó al mercado un fondo de inversión de renta variable internacional, Santander Equality Acciones. Este producto, administrado también por Lola Solana y su equipo, es el primero en España que invierte en empresas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles de su estructura, otra de las apuestas de la entidad que preside Ana Botín.
El universo de compañías en las que invierte el fondo Santander Equality Acciones tiene que cumplir un doble objetivo. Uno específico, centrado en la valoración del compromiso y apoyo a la diversidad de género de las compañías analizadas, y otro general que permita valorar el comportamiento global de las empresas en materia ASG. Respecto al primero se tienen en cuenta indicadores como el número y porcentaje de mujeres en el consejo; que sean empresas lideradas por mujeres (presidenta o consejera delegada); el porcentaje de mujeres en la plantilla; porcentaje de mujeres en puestos directivos; brecha salarial entre hombres y mujeres y las políticas implantadas de igualdad de oportunidades.
Esta apuesta, además, no está reñida con la rentabilidad. Un estudio de UBS señala que las compañías que cuentan con al menos un 20% de mujeres en sus consejos y alta dirección obtienen mejores resultados que las que aplican una peor política de diversidad de género. También señala que ocurre lo mismo en las empresas que tienen más de un 30% de mujeres en los puestos de dirección, por encima de la media del 25%, y que tienen en conjunto entre el 40% y el 60% de mujeres en su plantilla (la media se sitúa en el 36%).