Una serie de mensajes de texto, declaraciones legales y miles de páginas de documentos ha revelado que Sam Bankman-Fried, fundador y director ejecutivo de la extinta FTX, planeaba comprar a Tether según Jai Hamid en Cryptopolitan.
Un elemento central de esta narrativa es Alameda Research, el fondo de cobertura de Bankman-Fried. La empresa está acusada de inflar Tether a través de una línea de crédito secreta de Deltec, el banco con sede en las Bahamas. Al parecer, este banco tiene vínculos con el mundo del espectáculo a través de su presidente, Jean Chalopin, conocido por crear Inspector Gadget. Este acuerdo, detallado en una demanda, supuestamente facilitó no sólo la manipulación de criptomonedas sino también la apropiación indebida de fondos de clientes en todos los negocios de Bankman-Fried, incluido su intercambio FTX.
La demanda alega que Deltec jugó un papel fundamental al permitir estas acciones, una afirmación que el banco y Chalopin niegan con vehemencia, afirmando que no estaban al tanto de las malas prácticas de FTX hasta que salieron a la luz públicamente. Caroline Ellison, ex confidente/amante de Bankman-Fried y directora ejecutiva de Alameda, entregó más de 7.000 páginas de comunicación, arrojando luz sobre el funcionamiento interno de esta compleja red de fraude.
Su testimonio ante el tribunal, junto con intercambios de textos, sugiere una extraña relación íntima entre Alameda y Tether, particularmente con el director financiero de Tether, Giancarlo Devasini. Su camaradería, como se muestra en los mensajes de celebración de los hitos de crecimiento de Tether, insinúa una visión compartida para dominar la industria de la criptografía, incluso si ahora están siendo criticados por ello.
La demanda también acusa a Deltec de darle a Alameda un trato preferencial, permitiéndole comerciar a crédito y así beneficiarse de las ligeras variaciones del valor de mercado de Tether respecto del dólar. Esta “línea de crédito secreta” no sólo favoreció a Alameda con recibos de tokens por adelantado, sino que también implicó sumas significativas, a veces superiores a los 2 mil millones de dólares, fomentando un entorno propicio para la explotación financiera.
Stablecoins bajo fuego en los EE. UU.
El colapso de FTX y el escrutinio del respaldo financiero de Tether han planteado dudas sobre la estabilidad y transparencia de las monedas estables, que están vinculadas a activos tradicionales como el dólar pero operan en la frontera en gran medida no regulada de las criptomonedas.
La multa de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de EE. UU. (CFTC) a Tether en 2021 por afirmar que está totalmente respaldado por dólares estadounidenses pone de relieve un problema crítico dentro del sector de las monedas estables. A pesar del acuerdo de Tether, en el que pagaron la multa sin admitir ni negar las acusaciones, persisten las dudas sobre la idoneidad de sus reservas.
La gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, ha señalado la discrepancia en la regulación, señalando que si bien los emisores de monedas estables pueden tener licencias o estatutos para mantener activos o transferir dinero, no enfrentan la regulación prudencial integral que sí tienen los bancos, como los requisitos de capital y el escrutinio supervisor. Su postura es que las monedas estables deberían estar sujetas a regulaciones similares a las de los bancos, incluidos mecanismos de seguridad como el seguro de depósitos y los respaldos de liquidez de la Reserva Federal.
Este entorno de incertidumbre no ha disuadido a los actores financieros tradicionales de ingresar al campo de las monedas estables, con el objetivo de cerrar la brecha entre la innovación criptográfica y el cumplimiento regulatorio. Líderes de la industria como Xapo Bank, MoneyGram y PayPal están explorando activamente o han lanzado sus iniciativas de monedas estables, reconociendo su potencial para transformar los procesos de pago y liquidación.
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