El consorcio Inti Punko, integrado por las empresas Sacyr y GyM, se ha adjudicado la segunda pista de aterrizaje en el aeropuerto Jorge Chávez de Perú.
El alcance de este paquete de trabajo incluye la construcción de una segunda pista de aterrizaje de 3.480 metros de longitud, una red de más de 10 kilómetros de nuevas calles de rodaje, luces de aproximación, sistemas de balizamiento, ayudas a la navegación, sistemas de media tensión y equipos de control y vigilancia.
El consorcio iniciará labores a partir de septiembre en un área total a intervenir de más de 600 hectáreas. La nueva pista de aterrizaje empezará a operar a finales del 2022.
Con esta obra y la pista existente se duplicará la capacidad de operación del aeropuerto. Se podrá realizar hasta 80 operaciones de aterrizaje y despegue por hora. Todo en una superficie que triplicará el campo de vuelo de la operación actual.
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Con esta adjudicación se dan por concluidos todos los procesos de licitación del “Lado Aire” que incluye la segunda pista de aterrizaje y la nueva torre de control. Todos los paquetes de trabajo correspondientes al “Lado Aire” suman un monto de inversión total de 400 millones de dólares, aproximadamente, por parte del concesionario.
En una nota de prensa, Sacyr destaca que a esta nueva adjudicación se suman las realizadas en el 2019, donde 12 contratistas llevaron a cabo los trabajos tempranos, la de diciembre del 2019, donde se seleccionó al Consorcio Nuevo Limatambo para los trabajos de movimiento de tierra, y la de mayo último, que se adjudicó al Consorcio Wayra para la construcción de la nueva Torre de Control.
Este es un proyecto generará mayores oportunidades laborales para más peruanos, principalmente para aquellos del Área de Influencia Directa (AID) del proyecto. Para estos trabajos se espera tener picos de hasta 1.500 trabajadores en campo, aproximadamente.