Sacyr
se desboca hasta la última posición del Ibex 35 con una caída del 2,52% hasta los 1,779 euros. Con esta cesión y, a menos que recupere antes del cierre –que es lo que al final cuenta-, el Sacyr ha perdido el importante soporte de los 1,84-1,85 euros, que recuperó la semana pasada. Con esta pérdida, se desmoronan las esperanzas de romper los 1,90-1,95 euros y conservar el canal alcista en el que se movía.

Para quien haya perdido las esperanzas de apostar por una subida en el corto plazo y se plantee estrategias más amplias en el tiempo, José Luis García, analista de Dif Broker
, indica que “podríamos plantearnos una entrada en 1,60 euros con objetivo los 2,05 euros. En el caso de que lo supere, puede subir hasta el rango alto del canal lateral en el que se mueve, los 2,25 euros. Ajustaríamos los precios y las entradas serían limitadas”. De hecho, el consenso recogido por FactSet fija un precio objetivo para la acción a un año en 2,25 euros. Hasta este nivel tendría que experimentar una revalorización del 27,12%.




A las puertas del posible levantamiento de la prohibición de cortos en España, observamos que Sacyr actualmente tiene un 1,23% de su capital latente en esas posiciones especulativas
. De hecho, la última comunicación a la CNMV de la toma de posiciones bajistas en este valor se remite a mediados de mes. El día 16 la sociedad luxemburguesa Zadig Gestion tomó un 0,59% del capital para ponerse corto en el valor.

Sacyr siempre ha sido un valor que se ha prestado a la especulación, debido a su alta volatilidad y a los vaivenes de su negocio, cuyo lastre es el fuerte apalancamiento. A cierre del tercer trimestre de 2012 la compañía presidida por Manuel Manrique tenía una deuda financiera neta de 8.831 millones de euros y este año tiene vencimientos de deuda por valor de 1.151 millones. El grueso de esta deuda procede de su participación en Repsol, en total 2.393 millones de euros. Con respecto a la participación en la petrolera, comentar que recientemente vio diluida esta posición desde el 9,7% hasta el 9,5% después de que Repsol ampliara capital para pagar el ‘script divident’. Sin embargo, el grupo de construcción y servicios optó por percibir este dividendo en efectivo. Los casi 60 millones de euros percibidos de esta retribución han ido íntegramente a subsanar la deuda del grupo. No obstante, Carlos Ladero, Analista de InversionesInteligentes.es, cree que “Repsol se tiene que quitar la participación que tiene Sacyr y probablemente se la quite no tardando”.