Con los fondos obtenidos mediante esta operación de aseguramiento, a través de un derivado con más de cinco años de vida media, Sacyr amortizará de forma inmediata y definitiva un importe de 769 millones de euros del préstamo asociado a la participación que tiene en Repsol, reduciendo la deuda en el balance de la compañía, liberándose todas las garantías asociadas a dicho préstamo y manteniendo en este último tramo la totalidad del potencial de recorrido alcista de la acción.
Gracias a la estructura de esta operación, Sacyr, que mantiene los derechos políticos sobre el 8,5% de Repsol, ya no tendrá que destinar los dividendos distribuidos por la compañía energética a pago de intereses y principal exclusivamente y por primera vez se beneficiará directamente de ellos.
Desde la última refinanciación en enero de 2015, cuando el préstamo ascendía a 2.264 millones de euros, y dentro de la estrategia de reducción de riesgo y deuda, Sacyr ha reducido hasta cero esta deuda, por lo que se eliminan también las incertidumbres sobre una futura refinanciación que ya no es necesaria.
Los 769 millones de deuda financiera que gracias a esta operación se eliminan suponía el 21% de la deuda financiera neta total de Sacyr a diciembre de 2016 (3.726 millones de euros), que ahora se sitúa por debajo de 3.000 millones de euros.
Además de la cobertura del riesgo al precio del petróleo y la reducción del préstamo, Sacyr diversifica con esta operación sus fuentes de financiación.
Esta cobertura culmina la estrategia de eliminación de riesgos asociados a su participación en Repsol. Sacyr está convencido de que el aseguramiento del valor de esta participación constituye la mejor vía para cumplir con su plan estratégico y poner en valor la compañía cada vez más orientada al sector concesional y a los negocios de construcción, industriales y de servicios.