Las acciones de Ryanair sufrieron un fuerte descenso del 17% en la Bolsa de Londres, luego de informar una disminución del 46% en su beneficio durante el primer trimestre del ejercicio fiscal 2025, con una cifra de 350 millones de euros. Dos compañías españolas también se vieron afectadas por esta tendencia negativa en el mercado. El 'holding' de IAG, en espera de la aprobación de Bruselas para la adquisición de Air Europa, experimentó una caída del significativa, liderando las pérdidas del selectivo. Por su parte, el operador aeroportuario Aena registró también recortes ante la noticia.

A pesar de la situación actual, Ryanair proyecta una demanda sólida para el segundo trimestre de 2024. Sin embargo, los precios continúan siendo más bajos de lo previsto, lo que lleva a la empresa a estimar que las tarifas de este periodo serán considerablemente inferiores a las del verano anterior.

La aerolínea irlandesa considera prematuro ofrecer una guía significativa sobre el beneficio para el año fiscal 2025. Esta proyección está sujeta a posibles eventos adversos, especialmente en medio de conflictos en Ucrania y Oriente Medio, la persistente escasez de personal ATC y las restricciones de capacidad, así como posibles retrasos en las entregas de Boeing.

La tendencia a la baja en el mercado también se reflejó en otras aerolíneas europeas. La 'low cost' británica easyJet experimentó una caída del 8,25%, mientras que la húngara Wizz Air descendió un 7,93%.

En el caso de Lufthansa, que recientemente obtuvo la aprobación de la Comisión Europea para adquirir ITA Airways, sus acciones cayeron un 1,13% en la jornada actual. Por otro lado, Air France-KLM, que tiene programado presentar sus resultados del semestre el 31 de julio, registró una disminución del 1,32%.

La industria de la aviación enfrenta desafíos significativos en medio de la incertidumbre económica global y los múltiples factores que impactan en la operatividad de las aerolíneas. Las caídas en bolsa de Ryanair y otras compañías del sector reflejan la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante y mantenerse resilientes ante los desafíos presentes y futuros.