La aerolínea irlandesa de bajo coste obtuvo un 59% más de beneficio en el período de abril a septiembre, hasta los 2.180 millones. Un beneficio en el que tuvo que ver el alto rendimiento alcanzado en Semana Santa, el tráfico de pasajeros de verano – que alcanzó cifras de récord – y el encarecimiento de los billetes, lo que compensó la subida de los costes del combustible.
El tráfico aumentó un 11%, a 105 millones de pasajeros, mientras que las tarifas subieron un 24% respecto al año anterior, según informó la aerolínea en un comunicado.
Junto a esto, Ryanair ha dado unas perspectivas para el conjunto del año también de récord con un beneficio anual (que termina a finales de marzo) después de impuestos de entre 1.850 – 2050 millones de euros. Unas cifras que superarían los 1450 millones que obtuvo en 2018.
Pagará un dividendo ordinario de 400 millones de euros
Además, después de que las tarifas se hayan disparado en la temporada de verano, la compañía prometió pagar a los inversores un dividendo periódico por primera vez. De este modo, la aerolínea anunció su primer dividendo ordinario de 400 millones de euros, dividido entre un pago a cuenta de 200 millones de euros en febrero y un dividendo complementario de 200 millones de euros en septiembre del próximo año.
Para los ejercicios siguientes, según la nueva política de dividendos, Ryanair tiene previsto devolver en forma de dividendo ordinario aproximadamente el 25% del beneficio después de impuestos del ejercicio anterior.
Ryanair sube ligeramente en la bolsa hoy después de anotarse algo más de un 36% desde que comenzara el año. El consenso cree que el valor todavía podría subir un 43,6% más si va a buscar los 22,98 euros que tiene como objetivo. De los 20 analistas que cubren el valor, 5 recomiendan "fuerte compra" y los 15 restantes "comprar". Con lo que parece que queda camino alcista por recorrer en la compañía.