Por otro lado, otra de las grandes sorpresas podría venir de la mano del precio del oro que, después de 10 año consecutivos de subida, caerá este año. En un contexto en el que el crecimiento de EEUU debería ser satisfactorio (alrededor del 2%) se producirá una rápida y esperanzadora aclaración (después de las elecciones presidenciales) sobre el camino que tomarán las finanzas públicas de EEUU, una notable recuperación en el sector inmobiliario y un buen rendimiento de los activos de riesgo. Entonces el mercado empezará a anticipar un posible cambio de dirección para las políticas monetarias de la Fed.
Como hemos repetido siempre, el precio del oro es sensible a los cambios en los tipos de interés reales – o más bien en los tipos de interés reales esperados. Por lo tanto, es propenso a sufrir por la expectativa de que la Fed pueda subir su tipo de interés clave y podríamos ver una fuerte corrección del precio del oro durante las últimas semanas de este año…
Corolario: los bonos del tesoro americano ligados a la inflación, los bien conocidos TIPS (Treasury Inflation Protected Securities), perderán en unas pocas semanas gran parte de los beneficios que han obtenido desde principios de 2009.
Fabrizio Quirighetti, Economista Jefe de Syz Asset Management