Dice el refrán que a río revuelto… ganancias de pescadores. Ese podría ser uno de los mejores argumentos que encuentran los gestores de fondos para echar la vista a nuestro país como destino de inversión. Porque frentes abiertos, hay muchos. Y todos se definen bajo una misma palabra: desconfianza. Sobre la reforma del sector financiero, sobre la verdadera situación de los bancos, sobre la posibilidad de cumplir los objetivos de déficit para este año y el que viene y la posibilidad de aplicar nuevos recortes en las cuentas públicas que afecten directamente a algunas empresas y sectores. Alfonso de Gregorio, director de gestión de Gesconsult
Dichos como “comprar barato y vender caro”, “limitar las pérdidas”, “ser contrarian al mercado” o “conocer el negocio de las compañías” son algunos factores que suelen tener en cuenta los gestores que invierten en renta variable española. Pero también “asegurarse de que los beneficios han seguido creciendo en años pasados, el proceso de internacionalización, las inversores realizadas en años anteriores que comienzan a dar sus frutos ahora o los vencimientos de deuda a corto plazo e incluso con posición de caja neta que, en algunos casos, supone más del 50 por ciento de la capitalización bursátil”, explica De Gregorio.
Unas valoraciones que, por el momento, dejan fuera al sector financiero. Álvaro Guzmán de Lázaro, gestor de Bestinver Asset Management insiste en que sólo hay que entrar “en lo que conoces muy bien y los bancos, son difíciles de entender. Cuando se haya producido la recapitalización, valoraremos la posible entrada pero ahora supone asumir mucho riesgo porque en el proceso de dilución se puede perder entre un 50-70 por ciento del valor de estas entidades”
Las 'small/mid cap', a la cabeza
Teniendo esto en cuenta, y en contra de lo que se pudiera pensar, un gran número de fondos que invierte en renta variable española saca partido de la evolución de las "small" y "mid caps"...
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