En lo que llevamos de ejercicio, los rendimientos de la bolsa se incrementan hasta llegar a ratios de doble dígito en Europa. Una revalorización que pasa del +13% del FTSE MIB al 11% del Eurostoxx 50 y el 7% de la bolsa española. En Wall Street, los índices registran subidas algo más livianas sabiendo que alcanzan, sesión tras sesión, nuevos niveles de récord.
Con todo, en las dos últimas semanas los principales índices estadounidenses han cerrado a lab baja mientras que los europeos lo han hecho al alza. En un momento en que se ha iniciado, dicen algunos expertos, una rotación sectorial en los mercados con muchos inversores optando por vender acciones tecnológicas en favor de valores de corte cíclico e industrial. Por último, y viendo la reacción de los mercados a una reunión de la FED escasa de novedades, parece que los inversores han dejado atrás su dependencia de los tipos de interés y comienzan a interesarse nuevamente por los fundamentales de las compañías.
Todo esto es coherente con las previsiones de los analistas. Y es que el sentimiento alcista vuelve a imperar en los índices más “value”, como el IBEX 35 y el Eurostoxx 50, mientras se reduce en el caso de la bolsa americana.
El 50% de los analistas encuestados cree que la tendencia del IBEX 35 a corto plazo es alcista. Una cifra que no se alcanzaba desde el mes de diciembre de 2023 y que supone el tercer mayor porcentaje de alcistas desde el comienzo de la serie. Por su parte, aquellos que tienen un sentimiento bajista sobre el índice siguen en zona de mínimos, tan sólo un 10% de los encuestados cree que el índice evolucionará de forma negativa. Los de opinión neutral se mantienen en la media de los últimos meses.
Un dibujo muy similar al que tienen los analistas sobre el Eurostoxx 50. El 60% de los analistas encuestados ve alcista al índice europeo – también es el tercer mayor porcentaje después de los de los meses de diciembre y noviembre del año pasado – mientras el 20% de los encuetados son neutrales y el 20% restante bajistas.
En el caso del S&P 500 el sentimiento cambia ligeramente pues la opinión mayoritaria de hacia dónde puede ir el índice es la neutral. De hecho, la mitad de los encuestados cree que el índice americano no se moverá mucho de los niveles actuales frente al 40% que creen que seguirá subiendo y tan sólo el 10%, también mínimos, que se mantienen bajistas sobre el índice.
Si se habla en general de mercado de acciones, EEUU es el mercado que mejor evolucionará a corto plazo para el 40% de los encuestados. El 40% de los votos a Europa y China mientras Japón y España son el voto del 20% de los analistas.
En cuando a los mercados que evolucionarán peor el próximo mes, China recibe la mayor parte de los votos (40%) frente a la zona emergente de Latinoamérica, que recibe un 20% de los votos, igual que Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, cuando se amplía el horizonte de inversión, la renta variable americana vuelve ser sobre la que hay más expectativas. El 30% de los analistas encuestados creen que será el activo que mejor evolucione en los próximos doce meses mientras el 20% mira hacia la renta variable España. El resto de opiniones se reparten de forma equiponderada entre Europa, petróleo, oro, renta fija corporativa y emergentes Asia.
A la hora de decantarse por una divisa, el euro gana más adeptos y casi la mitad de los analistas encuestados cree que será la divisa más fuerte en el largo plazo. Un voto que podría tener sentido si se piensa que el BCE no se adelantará a la Fed en el proceso de bajadas de tipos de interés y el euro tardará más tiempo en recibir el impacto de la flexibilización monetaria. El 20% de los encuestados cree que el dólar será más fuerte, el porcentaje más bajo desde que se comenzó a hacer la encuesta, mientras los votos crecen en el Franco Suizo. El 30% de los analistas creen que será la divisa más fuerte en un horizonte de doce meses.
La Encuesta de Sentimiento de Mercado de Estrategias de inversión se basa en respuestas de más de 30 analistas y expertos que trabajan, de forma profesional, en los mercados financieros. Las respuestas se recolectan en los últimos días del mes anterior al de las previsiones evaluadas.