Los mercados continúan avanzando. En algunos casos, como el Ibex 35, están corrigiendo ligeramente el rally de Navidad que experimentaron las bolsas. Mientras tanto, tanto en Estados Unidos como en Europa, el mercado se mantiene fuerte debido a las expectativas de reducción de las tasas de interés por parte de los bancos centrales y a la perspectiva de un aterrizaje suave de la actividad económica.
La diferencia con respecto al 2023 es significativa, ya que en ese momento se hablaba más de una recesión generalizada y había menos euforia en los mercados. Sin embargo, al final del año, el 80% de las acciones del Ibex 35, por ejemplo, registraron aumentos, lo que resultó en un año bastante bueno en el mercado de valores en general.
Pero ahora la situación es diferente, ya que el mercado está más eufórico, en parte debido a la anticipación de una disminución de las tasas de interés y a las elecciones que se celebrarán en el 50% del planeta, lideradas por Estados Unidos. Esta euforia puede ser positiva para los mercados, pero también conlleva un mayor riesgo en comparación con el año anterior.
Vamos a analizar los principales riesgos que enfrentan los mercados para comprender los desafíos que se avecinan y cómo deberíamos posicionarnos en el mercado.
Si observamos Estados Unidos, que actúa como locomotora para otros mercados, notamos que la curva de tipos de interés nunca estuvo invertida durante tanto tiempo, y hasta el momento no ha tenido un impacto negativo significativo. De hecho, el mercado puede estar apostando más por un suave aterrizaje de la economía en este momento.
Este año es especialmente importante en Estados Unidos debido a las elecciones. Es poco probable que los mercados sufran caídas significativas, ya que el 30% del S&P 500 está en manos de inversores particulares. Además, los bonos también desempeñan un papel crucial en este contexto. Si el presidente Biden desea ganar las elecciones, es fundamental que los votantes no perciban pérdidas en sus ahorros e inversiones. En caso contrario, podría afectar negativamente a su popularidad. La Reserva Federal (FED) estará muy atenta a cualquier acontecimiento que pueda impactar en la economía y estará dispuesta a inyectar dinero si es necesario.
En cuanto a Europa, observamos tanto aspectos positivos como desafíos. Una de las principales señales positivas es la disminución del desempleo, lo cual es un indicador importante. Por el momento, no se observan signos de un aumento significativo en el desempleo, lo cual es crucial ya que el desempleo puede impactar negativamente en el consumo y generar problemas en diversos sectores, incluyendo el sector bancario.
Sin embargo, hay aspectos preocupantes en Europa. El Producto Interno Bruto (PIB) alemán parece tener dificultades para recuperarse por completo. Además, el endeudamiento de las principales economías europeas, como España, Francia e Italia, es motivo de preocupación. En caso de que ocurra un evento de crédito, estas economías podrían poner en riesgo la estabilidad de los mercados financieros. Hasta el momento, no se han materializado tales eventos, pero es un factor a tener en cuenta en el futuro."
"Si analizamos los principales riesgos globales para el 2024, encontramos que el riesgo más significativo es el relacionado con condiciones climáticas extremas, como el efecto "El Niño", que podría tener un impacto devastador en algunas regiones. Le siguen de cerca preocupaciones relacionadas con la desinformación, la polarización y la ciberseguridad."
Pero, como podemos observar, en el mercado no hay indicios de algo nuevo o inusual que sea predecible en este momento. Cualquier evento inesperado será, por su naturaleza, imprevisto.
Es por ello que el mercado está anticipando recortes en las tasas de interés en todo el mundo, con la excepción de Japón, que parece estar en camino de aumentarlas. Esta divergencia podría tener un impacto positivo en la valoración de los bonos y estimular el consumo a nivel global. Aunque ya estamos viendo algunos efectos negativos de los incrementos en las tasas de interés, aún no se han manifestado en su totalidad. Las próximas reducciones de tasas podrían desencadenar los efectos que el mercado ya está anticipando.
Existe un único riesgo en el mercado que debemos considerar, y es la posible expansión del conflicto entre Israel y Hamás a través de Irán. Esto se debe a que un aumento en los precios del transporte marítimo o incluso un corte en el suministro de mercancías y petróleo podría tener graves repercusiones en la inflación. Estos efectos podrían, de hecho, detener las previstas reducciones de las tasas de interés.
Para ilustrar este punto, echemos un vistazo a un gráfico que muestra la disminución en el volumen de mercancías que pasa por el Canal de Suez. Esta tendencia a la baja es preocupante para la inflación, ya que los barcos están tomando rutas más largas que resultan en viajes de 14 días adicionales y mayores costos en el transporte de carga.
En resumen, es esencial que procedamos con cautela, manteniendo un seguimiento constante de los recortes en las tasas de interés, y estemos preparados para tomar medidas en función de cómo se desarrollen estas variables que tendrán un impacto significativo en las inversiones a nivel global. Además, es fundamental que estemos atentos a los fundamentos de nuestras inversiones, priorizando empresas con aumentos sostenibles en ingresos, beneficios y con una carga de deuda mínima.
En Estrategias de Inversión, nuestro equipo de análisis mantiene una cartera premium de acciones, en la cual buscamos valores con tendencias alcistas a medio y largo plazo, respaldados por fundamentos sólidos. Nuestra metodología se centra en identificar acciones que exhiban estabilidad en los mercados, evitando oscilaciones bruscas.
Durante esta semana, hemos aumentado nuestra posición en el mercado al incorporar dos compañías que consideramos muy atractivas. Esta decisión se basa en el hecho de que el mercado ha corregido los excesos del rally navideño, y estamos enfocándonos en acciones que no se encuentren en un estado de sobrecompra, evitando así perseguir precios elevados. Nuestra exposición en el mercado ha aumentado del 30% al 50%, lo que representa un cambio significativo en nuestra cartera, que anteriormente tenía un sesgo defensivo.
Además, en las próximas sesiones, planeamos incorporar otras compañías que hemos estado monitoreando de cerca. Las condiciones actuales están propicias para incluirlas en nuestra cartera, con la meta de alcanzar un nivel de inversión del 70-80%.