La semana que viene es clave para las bolsas mundiales. Y es los Bancos Centrales se reúnen los próximos días para hablar de inflación y tipos. En concreto, la Fed decidirá en materia de política económica el miércoles, 3 de mayo, mientras que el BCE lo hará un día después, el 4.

De lo que diga y haga la Fed depende muy y mucho los movimientos de los principales índices de Wall Street, pero también del mensaje posterior de Jerome Powell y cómo lo interprete el mercado. "Tras la publicación de tipos nunca se sabe qué es lo que van a hacer los mercados. Los mensajes de la Fed son siempre un arma de doble filo, por lo que hay que ver qué es lo que pasa después y cómo lo interpretan los inversores", cuenta la analista independiente Mónica Triana. En este sentido, "un mensaje dovish que suponga el fin de la subida de tipos puede interpretarse como algo bueno para las tecnológicas, que empiezan a subir y tiran del mercado por su alta ponderación en los índices, o por el contrario puede interpretarse que desde la Fed ya han roto demasiadas cosas y el pesimismo llevaría a caídas en las bolsas. Por otra parte, un mensaje hawkish podría tener también una doble interpretación: que la economía sigue fuerte, seguirá subiendo la inflación y continuará la política monetaria duda dura y, por tanto, tanto las tecnológicas podían verse perjudicadas, o todo lo contrario", detalla Triana

Resistencias clave en Wall Street

Además, la reunión de la Fed se produce en plena temporada de resultados, una en la que las cifras de la banca, y en particular las que la semana pasada presentaba el banco regional estadounidense First Republic Bank, están siendo claves por el resurgimiento del temor a una crisis bancaria y están pesando a la baja en las últimas sesiones en la bolsa de Nueva York.

No obstante, "es importante señala que Refinitiv Data prevé un descenso del 3,2% de los beneficios del SP&500 en el primer trimestre de 2023, lo que es buena noticia porque son mejores datos que los de las estimaciones que se hicieron el 1 de abril, que preveían una caída del 5,1% en promedio. Por tanto, todo apunta a que sean mejor de lo esperado y a que los anuncios de expectativas de beneficios y las desviaciones de las mismas, que es lo que mueve las acciones y no tanto los beneficios en sí mismos, puedan dar al final buenas noticias", apunta el analista técnico independiente Carlos Gil.

En cuanto a los índices se refiere, en los últimos cinco días, el DOW JONES Ind Average ha subido tímidamente tan sólo un 0,10%, el S&P 500 un 0,08% y el NASDAQ 100 un 1,46%. De esta forma, en el conjunto del año el índice tecnológico comanda las alzas en Estados Unidos y sube un 21,15%, tratando de recuperar las pérdidas del 33,1% que se apuntó en 2022. Por su parte, en lo que llevamos de 2023 el DOW JONES Ind Average se conforma con un alza del 2,10% y el S&P 500 un 8,1%.

Sin embargo, las últimas jornadas a la baja en EEUU han puesto nerviosos a los inversores, que se preguntan qué resistencias clave habría que alcanzar para no pensar en negativo. En este sentido, Carlos Gil señala que "lo que interesaría es que de aquí al 3 de mayo, día en el que se reúne la Reserva Federal, el NASDAQ supere la zona de 13.190, que rompa al alza, y que acompañen en esa rotura al alza tanto el S&P 500, superando los 4.200 puntos, y el DOW JONES Ind Average por su parte rebase los 34.725 puntos. Si esto se produjera, podríamos ver una reacción al alza interesante y dejar atrás estos temores que en principio tenemos".