Enero a punto de terminar está resultando un gran bálsamo para los mercados financieros. Especialmente en Europa, pero también en Wall Street, porque salvo alguna jornada aciaga a cuenta del temor a la inflación, el mes está resultado mejor de lo que sobre el papel se esperaba. Hablamos de un inicio de año que se avistaba convulso a la espera de lo que ya ha llegado, la primera reunión del año de la Fed.
Lejos de eso, los datos en general y los relativos a la inflación en particular están reafirmando lo que Wall Street espera y ya descuenta: una reunión del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos con bastante unanimidad en una subida menor a las anteriores, de 25 puntos básicos para dejar el precio del dinero al otro lado del Atlántico en un rango de entre el 4,5 y el 4,75%.
Pero hay incluso quien considera, como es el caso de Mohamed El -Erian, el que fuera CEO de Pimco y ahora asesor de Allianz destacaba estos días en Bloomberg que una subida de 50 puntos básicos estaría más acorde con lo que indican las condiciones económicas y financieras, debido a la gestión de riesgos, pero también por las diferencias manifiestas entre los precios de mercado y la orientación política futura de la Fed para 2023.
Pero todo parece indicar que la inflación ganará la partida del cuarto de punto, lo que favorece las compras en Wall Street ante lo que se espera: un aterrizaje suave de la economía estadounidense, lejos de la temida recesión, aunque con menor crecimiento para el presente ejercicio.
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Pero como señala Bloomberg, lo más relevante es siempre el sesgo, qué pasa en concreto en esta reunión es importante, pero más, lo que está por venir. Y eso pasa por saber hasta dónde está dispuesta la Reserva Federal a subir los tipos federales americanos. Y ahí es donde se establece el dilema que los miembros de la Fed, Jerome Powell a la cabeza, tienen sobre la mesa.
Decidir esa subida más suave en los tipos, pero prologarla en el tiempo, porque se han relajado las condiciones financieras, ante la idea de que, más pronto que tarde, el precio del dinero americano comenzará a relajarse. Y ante esta dinámica, la Fed puede decidir que, mientras la inflación de baje en mayor grado, seguirá subiendo los tipos.
Desde Reuters, los economistas encuestados esperan que habrá subida de 25 puntos básicos en esta y en la próxima reunión del 21 y el 22 de marzo. Qué después habrá un mantenimiento del nivel de tipos durante el resto del ejercicio, para comenzar las caídas en 2024. De hecho, más del 80% de los preguntados apuesta por 25 puntos básicos de subida mañana mismo.
Aunque otra de las motivaciones de la Fed más allá de la inflación, la evolución del mercado laboral tendrá, a finales de semana, el próximo viernes, más respuestas para la Reserva Federal, si muestra de nuevo fortaleza. Así que, dos tercios de los encuestados por Reuters consideran que, a final de año, los tipos estarán medio punto por encima de los niveles actuales, refrendando dos subidas, ahora y marzo, de 25 puntos básicos cada una.
Pero mirando a la inflación, la mayoría considera que los niveles de precios por encima del 2% se mantendrán en el tiempo por lo que, no habrá recortes de tipos, según prevén, en lo que resta del año, para indicar, en un 60% de los casos, que el primer recorte llegará a principios de 2024.
Así lo indican desde Wells Fargo. Su analista Anna Han estima que, si bien los datos de crecimiento son alentadores, lo que eleva las esperanzas del ya nombrado “aterrizaje suave” para la economía, el mercado laboral se presenta de forma muy distinta, todavía demasiado fuerte. Lo que a la postre, podría pesar sobre las decisiones de la Fed.