Repsol se ve afectado por el recorte en el precio del crudo, a pesar del rebote al calor del petróleo de ayer mismo. Las acciones de la OPEP+ y la recesión que cada vez suena con más fuerza han llegado a los futuros del petróleo Brent a caer por debajo de los 95 dólares en la última semana, un 4% de pérdida acumulada en ese periodo.
Y como es normal, los valores ligados al petróleo contraen su cotización en el mercado, hasta un 25% hasta ayer mismo desde los máximos de la compañía. Aunque en el caso de Repsol hay un valor añadido: el impacto del impuesto del gobierno sobre los “beneficios extraordinarios” de las compañías energéticas. Ahora los inversores se suman al movimiento implementado por Goldman Sachs.
Es un movimiento normal en Repsol, al igual que en otras compañías, adquirir una importante participación accionarial por parte de los grandes fondos o gestoras, para después venderlo, a pesar de que eso le convierta, momentáneamente, en su principal accionista. Se trata de inversiones financieras como la realizada por Goldman Sachs que apenas duró un día en julio y que alcanzó el 5,66% de su capital.
Sigue en directo la cotización de Repsol
La razón la arguye claramente ahora en el informe que publica Expansión y que señala que Repsol será la compañía más perjudicada a la hora de pagar el impuesto decretado por Moncloa para los dos próximos años. Es de tal cuantía que pagará una cuarta parte del total recaudado, del orden de 528 millones, muy por encima del resto.
De ahí que Berenberg haya decidido recortar su recomendación hasta los 14 euros por acción desde los 16,5 anteriores, lo que le otorga un margen elevado, tras sus caídas, pero inferior. Alcanza en concreto del 17%. En su gráfica de cotización vemos que el valor cede más de un 8% en las últimas cuatro semanas y no logra asentarse sobre los 12 euros, aunque al cierre de ayer los superó. De esta forma, ha minimizado su amplio recorrido alcista en el año, pero mantiene ganancias del 22% en todo 2022.
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión colocan a Repsol en modo consolidación, con un recorte de un punto y por tanto alcanza una puntuación total de 5 sobre 10. Entre lo más positivo nos encontramos con la tendencia alcista a largo plazo, el momento total lento y el volumen a largo plazo que es creciente para el valor.
En el otro lado, destaca sin duda la tendencia a medio plazo, que es bajista, el momento total rápido que es negativo, el volumen de negocio, decreciente a medio plazo y la volatilidad de Repsol que, en ambas vertientes a medio y largo plazo, es creciente para el valor.
“La cotización de Repsol se encuentra a un paso de perforar el soporte terciario o de corto plazo que proyectamos a partir de los 11,625€ por acción, cuya perforación, reactivaría la estructura de máximos y mínimos decrecientes originada desde máximos anuales”, según nos indica el analista de Ei, José Antonio González.
Destaca que, “en este sentido, no debemos olvidar que la cotización de Repsol tiene activos objetivos mínimos de descenso teóricos, derivados de una figura de distribución en forma de Hombro-Cabeza-Hombro (HCH), establecidos en torno a los 10,72 / 10,46€ por acción, área que sería el próximo objetivo en caso de perforar los 11,625€ por acción citados”.
Repsol (REP) en escala diaria con volatilidad (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior). Fuente: ProRealTime y elaboración propia.
En el caso del análisis fundamental, las cosas mejoran ya que la analista de Ei María Mira señala que “en una valoración por ratios y bajo previsión de BPA de 3,67€/acción para el cierre de 2022, Repsol tiene un importante margen entre valor y precio. El mercado descuenta un PER de 3,42v, muy barata frente a la media del selectivo Ibex 35 y frente a sus competidores; múltiplo que, ajustado por el crecimiento estimado para el BPA, sitúa el PEG en 0,03v, en niveles de clara infravaloración”.
Además, también destaca sobre el Repsol el “descuento también por múltiplo EV/EBITDA (1,9v) y el mercado paga únicamente 0,7 veces su valor en libros. Rentabilidad sobre dividendos (Yield) superior al 5,2% y balance saneado. La capitalización ronda ahora los niveles prepandemia y teniendo en cuenta los niveles del precio del crudo Brent, el potencial del negocio de Repsol, su balance saneado y el mayor dividendo, estimamos mayor valoración para la acción. En base a nuestra valoración fundamental, continuamos positivos con el valor a medio/largo plazo”.