Berenberg afirma en un informe publicado este martes que el sector ha cambiado a modo de supervivencia tras el colapso de los precios de los productos básicos causado por la interrupción repentina de la actividad como resultado del brote de coronavirus.
La ruptura del pacto que mantenía la OPEP+, principalmente entre sus dos grandes agentes Rusia y Arabia Saudí, hasta este mes para ir reduciendo sus bombeos también explican la caída de precios en el mercado del crudo.
"Con los precios del petróleo ahora por debajo de 30 dólares por barril, las compañías enfrentan un entorno increíblemente desafiante, con presión sobre cada elemento de sus negocios", dice el banco de inversión alemán.
El banco privado germano trabaja con una proyección para el barril de Brent, de referencia en el mercado europeo, de 30 dólares tanto para el segundo y el tercer trimestre del año, y sólo lo eleva hasta los 40 dólares para el último trimestre del año.
Berenberg reduce los precios objetivos de las grandes petroleras mundiales como las británicas Shell y BP, las estadounidenses ExxonMobil y Chevron, la italiana Eni, la francesa Total, la noruega Equinor, la austriaca OMV y Repsol.
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En el caso de Repsol reduce su precio objetivo desde los 16 euros a los 8,6 euros por acción, lo que supone una rebaja del precio objetivo del 46,25% y un potencial de revalorización todavía del 38,5%, ya que cotiza en los 6,2 euros por acción.
Total, Shell, OMV y Equinor, bien posicionadas
El informe recoge, sin embargo, que Total, OMV y Shell parecen estar bien posicionadas en este contexto de mercado. Berenberg espera que el mercado permanezca enfocado en la resiliencia y no ve mayores riesgos a la baja en el precio del petróleo. Total sufre una gran sobreventa, mientras que la rentabilidad por dividendo del 15% de Shell es sostenible a largo plazo, lo que deja sus acciones demasiado baratas.
Este lunes las acciones de Total subieron un 6% en el Cac 40 francés después de que la petrolera anunciase un recorte del 20% de sus inversiones este año, además de una fuerte reducción de costes por importe de 800 millones y de la cancelación del programa de recompra de acciones en vigor, todo ello con el objetivo de incrementar la liquidez en el balance de la empresa.
Berenberg también ve a Equinor bien posicionado para recuperarse una vez que la volatilidad disminuya y el mercado toque suelo.