Repsol ha presentado sus resultados de 2023, un ejercicio en el que se anotó un beneficio neto de 3.168 millones de euros, cifra que supone una caída de un 25,5% tras el histórico resultado obtenido en 2022, cuando las ganancias se dispararon hasta los 4.251 millones.
El flujo de caja de las operaciones durante el año 2023 ascendió a 7.064 millones de euros, 1.859 millones inferior respecto al de 2022. La deuda neta del Grupo al cierre del cuarto trimestre de 2023 se situó en 2.096 millones de euros, con un descenso de 160 millones frente al cierre del año anterior. Una sólida generación de flujo de caja de las operaciones durante el año fue superior a las inversiones orgánicas, intereses y al dividendo en caja.
La ratio de apalancamiento del grupo al cierre del 2023 se situó en 6,7%, que compara con 8,0% al cierre de 2022. La empresa invirtió 6.167 millones de euros en 2023, la mayor cifra de toda su historia.
“2023 ha sido un año extraordinario. Hemos alcanzado 7.064 millones de euros de flujo de caja de las operaciones, la segunda mayor cifra en nuestra historia en medio de un entorno incierto y volátil”, ha valorado el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz. “Esto es una clara evidencia de nuestro portafolio integrado de alta calidad, una gestión disciplinada y una estrategia de futuro”.
Asimismo, “hemos finalizado 2023 con una sólida posición financiera, logrando un progreso significativo en nuestros objetivos estratégicos y preparados para avanzar en nuestra estrategia para ser una compañía con emisiones netas cero en 2050”.
Incremento del dividendo
Imaz ha puesto de relieve además que “a lo largo del año hemos distribuido en torno a los 2.500 millones de euros a nuestros accionistas. Nuestro capital social se redujo en 110 millones de acciones alcanzado la cifra existente con anterioridad a la implementación del dividendo flexible en 2012”.
En lo que se refiere a la remuneración a los accionistas, Repsol ha anunciado un incremento de alrededor del 30% en el dividendo en efectivo, alcanzando una remuneración en caja de 0,90 euros brutos por acción, sujeto a la aprobación de la próxima Junta General Ordinaria de Accionistas (JGA), superando el objetivo de remuneración previsto para 2025 en el Plan Estratégico 2021 – 2025.
Asimismo se anuncia un nuevo programa de recompra de acciones: el Consejo de Administración de Repso ha acordado implementar un programa de recompra de acciones propias por un máximo de 35 millones de acciones y proponer a la próxima JGA una reducción de capital de 40 millones de acciones que se prevé ejecutar antes de finales del mes de julio mediante la amortización de acciones propias.
Actualización Estratégica 2024-2027
Repsol ha presentado también hoy su Actualización Estratégica 2024-2027, que fija las prioridades y los objetivos para reforzar su crecimiento rentable, consolidar su apuesta multienergética, alcanzar sus objetivos de descarbonización para 2025 y 2030 y las cero emisiones netas en 2050. Este plan establece un nuevo marco de asignación del capital que da prioridad a la retribución a los accionistas, fija un nivel de inversión superior a la media de los últimos años y mantiene la fortaleza financiera; y se sustenta en una sólida generación de flujo de caja operativa, que ascenderá a 29.000 millones de euros en el conjunto de los cuatro años.
Tal y como explica la petrolera del Ibex 35, la nueva estrategia se apoya también en tres aspectos clave: el talento de los más de 25.000 empleados de la compañía, la tecnología y la digitalización, en la que se invertirán más de 500 millones de euros en los cuatro años. Los ambiciosos objetivos de descarbonización siguen manteniéndose a 2030, confirmando el compromiso de Repsol de alcanzar las cero emisiones netas en 2050.
Además, Repsol destinará entre el 25% y el 35% del flujo de caja de las operaciones a retribuir a sus accionistas, incluyendo dividendos y recompra de acciones. En consecuencia, la compañía podría llegar a distribuir hasta un máximo de 10.000 millones de euros entre sus más de 520.000 accionistas, en gran parte pequeños ahorradores que viven en España: distribuirá 4.600 millones de euros en dividendo en efectivo, cifra que podrá completar con hasta 5.400 millones en recompras de acciones, para alcanzar el rango del 25%-35% comprometido.
Por otro lado, Repsol contempla unas inversiones netas de entre 16.000 y 19.000 millones de euros en los próximos cuatro años −que se suman a la fuerte inversión realizada especialmente en los dos últimos años−, que se modularán en función del escenario macroeconómico, la evolución de la tecnología y de la regulación, la madurez de los proyectos y el avance en la rotación de activos y las desinversiones previstas. La Península Ibérica concentrará el 60% del total y Estados Unidos, el 25%. Por su parte, las iniciativas bajas en carbono representarán más del 35% de las inversiones totales. Para 2024, la inversión neta prevista se sitúa alrededor de los 5.000 millones de euros.
Una de las claves de la estrategia de descarbonización de la compañía se encuentra en la evolución de los siete complejos industriales de la compañía en polos multienergéticos, activos que garantizan el suministro energético y apoyan el mantenimiento de más de 6.500 puestos de trabajo directos. Repsol prevé inversiones netas de entre 5.500 millones y 6.800 millones de euros entre 2024 y 2027 para mantener a la vanguardia estas instalaciones −seis de ellas ubicadas en la Península Ibérica y punteras en Europa− y desarrollar productos de bajas emisiones, como los combustibles renovables, el hidrógeno renovable y el biometano. Estas iniciativas requerirán de inversiones netas en un rango de entre 2.000 y 3.000 millones de euros, condicionadas a la evolución del marco regulatorio y fiscal en España. Adicionalmente, 500 millones de euros se invertirán en descarbonizar activos convencionales, alcanzando una reducción de emisiones de 1,6 millones de toneladas de CO2 al final del período.
El negocio de Exploración y Producción, el mayor generador de caja del grupo en el periodo 2020-2023, mantendrá su foco estratégico en la continua generación de valor y la progresiva descarbonización de sus operaciones. La generación de caja se situará entre 5.000 y 6.000 millones de euros, teniendo en cuenta el escenario de precios actual, con una producción global que se mantendrá por encima de los 550.000 barriles equivalentes de petróleo al día (bep/d).
El negocio Cliente realizará inversiones superiores a los 2.000 millones de euros entre 2024-2027, lo que supone un incremento medio anual frente al anterior periodo del 75%. Cliente centrará sus esfuerzos en reforzar el liderazgo en los negocios principales y crecer en los de mayor futuro, como la comercialización de electricidad y gas, la movilidad eléctrica, la eficiencia energética y la generación distribuida. Para ello, Repsol mantendrá su cuota de mercado en los distintos negocios en los que opera, a través de la digitalización, la expansión de la red de estaciones de servicio y la diferenciación, ampliando las iniciativas del negocio non-oil y con la comercialización de combustibles renovables en 1.900 estaciones de servicio en 2027. Repsol es la primera compañía de la Península Ibérica que comercializa combustible renovable en estaciones de servicio, a través de más de 60 puntos, que superarán los 600 a finales de 2024.
Otro de los pilares para la transición energética de la compañía es la generación renovable de electricidad. El negocio de Generación Baja en Carbono es una clara historia de éxito desde su lanzamiento en 2018, con más de 2.800 MW instalados en España, Estados Unidos, Chile, Italia y Portugal y una cartera de proyectos de 60.000 MW, tras la adquisición de varias plataformas de renovables en España (Asterion Energies) y Estados Unidos (Hecate y ConnectGen). Waylet superará los 10 millones de clientes digitales en 2027, apuntalando su modelo de éxito Comunicado de prensa Madrid, 22 de febrero de 2024 Dirección de Comunicación y Marca Telf. 91 753 87 87 www.repsol.com prensa@repsol.com 7 A lo largo del periodo 2024-2027, Repsol invertirá entre 3.000 y 4.000 millones de euros netos para desarrollar de forma orgánica su cartera de proyectos y alcanzar 9.000 MW-10.000 MW de capacidad instalada en 2027. El 50% estará en la Península Ibérica y un 30%, en Estados Unidos, tras consolidar el pipeline de Hecate y de ConnectGen. Por su parte, la compañía prevé ampliar su presencia en Chile y en Italia, con una capacidad instalada conjunta de 1.500 MW en el año 2027.