El efecto dividendo mantiene todavía a la baja a Repsol en lo que va de año, a pesar de que sube, de forma oficial, un 2,7% en este iniciado ya 2023. Los analistas consideran que sigue siendo un valor en el que invertir mientras mejoran paulatinamente su potencial, como en el caso que nos ocupa, las primeras casas de análisis que se han pronunciado sobre el valor en lo que va de año.
Sin embargo, es, probablemente, el valor del selectivo que mejor está reflejando la incertidumbre que se cierne sobre las bolsas globales, con constantes vaivenes, pero, con la vista puesta en nuevos máximos anuales, sobre los que se espera ataque en próximas sesiones. A pesar de que se trata de uno de los valores sobre los que los inversores recogen más rápidamente los beneficios cuando se producen.
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Desde Bernstein, en este comienzo del ejercicio bursátil, apuestan por sobreponderar el valor con un precio objetivo que alcanza los 19 euros por acción mientras que Goldman Sachs sigue siendo una de las firmas que, decididamente apuestan más por Repsol, con consejo de compra sobre sus acciones y un precio objetivo de 21 euros por acción, lo que le otorga un potencial en el mercado, desde sus niveles de cotización actuales, del 41%
En cuando a su desempeño real en el mercado, Repsol gana un 9% en las últimas 20 sesiones cotizadas y se mantiene ligeramente en positivo, al borde de los 15 euros por acción, con avances en 2023 del 2,7%.
El analista de Estrategias de Inversión José Antonio González destaca que en Repsol “la tendencia en gráfico semanal es totalmente positiva, la media móvil de 30 semanas sigue siendo positiva, es cierto que se ha frenado en las últimas semanas, pero parece que no es nada grave, máximos mínimos crecientes, no hay muchos excesos acumulados en el MACD semanal, todo positivo. Lo que no es tan positivo es que el último impulso alcista, si se marca con una tendencia o regresión lineal, es negativa. Es decir, cuando el precio ha subido, cada vez lo ha hecho con menor volumen y nos estamos además acercando a los máximos de 2022, los 15,5 euros por acción”.
Y destaca también que “no sería raro que, en esos niveles, intentemos ver alguna reacción por parte de las ventas. Pero esa reacción no tendrá un impacto más o menor importante en el precio hasta que no veamos una perforación de los mínimos del 26 de septiembre, mínimos que proyectamos a partir de los 10.813 euros por acción”.
Más en concreto destaca que en Repsol “la secuencia de máximos y mínimos crecientes se mantiene intacta, permitiendo a la cotización aproximarse a los máximos del año 2022 situados en los 15.503€ por acción. Por su parte, no comenzaremos a apreciar un deterioro técnico mientras la cotización no perfore el último mínimo creciente situado en los 14.048€ por acción”.
Además, destaca que “a escala semanal, vemos que sigue la secuencia de máximos y mínimos crecientes y ha consolidado por encima de la media móvil simple de 30 semanas, lo que hace que esté en una situación bastante favorable para las compras. Está ya cerca de los máximos que marcó el año pasado, pero cuando llegue a ese nivel, pudimos ver algún tipo de ruptura o corrección”.
Repsol en gráfico semanal (Izq.) y diario (Dcha.) con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Y los Indicadores de Fuerza Premium que elaboran Estrategias de Inversión nos muestran que Repsol es uno de los valores del Ibex que se mueve con fuerza muy fuerte tanto a medio como a largo plazo operativo, con una ruptura de resistencias y compra en soportes y el riesgo de acumulación de excesos y figuras bajistas.
Para Antonio Espín, el analista independiente Repsol está para “mantener con stop en 13,90 - 14 euros por acción. Y de momento está bien, yo creo que es un valor interesante. Parece que repunta, tiene una pequeña figura y puede romper la zona de los 16 euros por acción”.