El año 2020 no fue positivo para el negocio petrolero y de refino.  Los confinamientos derivados de la pandemia, con restricciones a la movilidad, hicieron que la demanda del crudo cayese con fuerza durante el ejercicio, con los barriles de crudo Brent y West Texas cayendo más del 30% en 2020. 

Una penalización que, junto al de otros barriles de referencia, lastró el negocio de Upstream de Repsol en el ejercicio. Tal y como ha avanzado a la CNMV, la producción estimada durante 2020 cayó un 8,3%, hasta los 648.000 barriles equivalentes de petróleo por día (kbep/d). Una cifra que, en el cuarto trimestre, podría rondar los 658.000 barriles, un -14% menos que los 730.000 barriles del mismo período del año anterior. 


Europa y África fueron las regiones en las que hubo una mayor caída de la producción (-28,5%), seguidas de Latinoamérica (-11,4%) y Asia, Rusia y el resto del mundo (-5,1%). Mientras que América del Norte fue la única región donde Repsol vio, a lo largo de 2020, incrementada su producción en  198.000 barriles, un 8,6% más, a pesar de la caída del -13,7% en el último trimestre del ejercicio. 

En la parte de negocios industriales, el indicador del margen de refino en España podría cerrar 2020 con una caída del -56%.