Mientras, Banco Sabadell (que valora “positivamente” que el consejo acepte el acuerdo y busque más garantías “dado el riesgo de liquidez del instrumento con el que se especula) cifra que en un “escenario conservador, sin garantías adicionales, que asume un descuento por iliquidez del bono del 30% sobre nominal, aún restaría un potencial de revalorización de al menos un +5,6% (1,07 euros por acción) para que la cotización contemple el acuerdo, valorado a cero hasta este lunes. En un escenario más optimista de asumir mayores garantías/ liquidez nuestro precio objetivo subiría un +13% (2,73 euros por acción) hasta los 23,5 euros (+22% potencial) y aquí el potencial pendiente de descontar por el acuerdo sería cercano al +10% (1,89 euros)”.
Recordemos lo que decían ayer miércoles desde ACF: “la garantía de la deuda argentina no es muy elevada. En concreto, la deuda en moneda extranjera a largo plazo tiene un rating de 'CCC+' por S&P y 'B3' por Moody's”. Y Banco Sabadell añadía: “El potencial emisor de Argentina es muy limitado”. Mientras Bankinter iba más allá: “La solvencia exterior de Argentina se encuentra bajo cuestión (después de haber impagado en 2001/2002) debido a la delicada situación (de nuevo) de su cuadro macroeconómico, que evoluciona de manera preocupante: la inflación real estimada se encuentra en la banda +25%/+30% frente al +10%/+15% oficial (+10,5% último registro), el PIB se desacelera rápidamente hacia crecimiento nulo (frente a la mejora del +8,3% en el segundo trimestre de 2012, el +2% de 2012 y el +8,9% de 2011), la balanza por cuenta corriente entra en déficit y su tipo director se encuentra situado en un intolerable 13,50%. Ante este escenario, parece lógico que Repsol reclame garantías adicionales para los bonos soberanos con que, aparentemente, va a ser indemnizado… sobre un importe que, por otra parte, en absoluto parece suficiente para compensar el valor del negocio expropiado”.
S.C.