Repsol ha cortado la racha alcista que le arrastró entre los inversores tras la subida exponencial del petróleo que llegó a rozar los 140 dólares el barril el pasado 7 de marzo en el crudo brent de referencia en Europa. Los precios del petróleo siguen muy elevados, en torno a los 113 dólares, pero lo cierto es que la revalorización del euro, por encima de los 1,104 dólares, también hace más llevadero su pago.
Se refleja así en lo que los expertos llaman efecto pluma y efecto cohete, que, aunque no tiene una condición acreditada, como señala la CNMC indica que cuando sube el crudo los carburantes elevan su precio de igual forma, pero que, cuando bajan, esa corrección se produce de una forma mucho más lenta. Así está ocurriendo ya que el litro de gasolina ha bajado en España de los 2 euros, pero se mantiene por encima de niveles medios de los 1,80 euros por litro.
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Esto ha llevado a Repsol a intentar romper el mercado con una iniciativa, sobre todo porque las estaciones de servicio “low Cost” acumulan buena parte del mercado. Así en sus más de 3.500 gasolineras, ha anunciado el comienzo de una pugna comercial y ha decidido que para los clientes que paguen con la aplicación Waylet se rebajará el precio del combustible, de todos ellos, 10 céntimos de euros hasta el próximo 18 de abril, al final de la Semana Santa.
En su gráfica de cotización vemos que el valor todavía presenta pérdidas del 2% desde que estallara el conflicto bélico y se dispara el crudo en mayor medida, aunque también ha experimentado recortes, que se dejan sentir a su vez en el valor. De cualquier forma, aguanta dentro de los mejores del Ibex con alzas que superan el 14% en lo que llevamos de año.
Dos apunes más, el primero llega desde Perú, donde se levanta la suspensión de carga y descarga de la refinería Pampilla de una de sus terminales al ser básica para el suministro del país, mientras que abre expediente sancionador a la compañía por presunta información falsa.
De otro lado, como cuenta La información, se acelera la reapertura de la investigación contra la firma, así como para CaixaBank, desde la Audiencia Nacional, por contratar al excomisario Villarejo en 2011 para frenar el asalto fallido después de Sacyr y Pemex sobre la compañía.
Para María Mira, analista fundamental de Ei Repsol “en una valoración por ratios y bajo previsión de BPA de 1,87€/acción para el cierre de 2022, Repsol tiene margen entre valor y precio. El mercado descuenta un PER de 6,21v, con recorrido al alza frente a la media del selectivo Ibex 35 y frente a sus competidores. Descuento también por múltiplo EV/EBITDA y el mercado paga únicamente 0,78 veces su valor en libros. Rentabilidad sobre dividendos (Yield) superior al 5,4% y balance saneado”.
Además, la experta fundamental de Estrategias de Inversión destaca que “la capitalización ronda ahora los niveles pre-pandemia y teniendo en cuenta los niveles del precio del crudo Brent, el potencial del negocio de Repsol, su balance saneado y el mayor dividendo, estimamos mayor potencial esta compañía energética”. En concreto alcanza los 18.160 millones de euros, todavía por debajo del cierre de 2019.
Repsol “rompe la resistencia relevante de los 11,462 euros por acción, reactivando la secuencia de máximos y mínimos crecientes que parte desde los 4,610 euros por acción. Como síntoma negativo, vulnera el lado inferior del canal bajista de medio plazo. Los siguientes niveles de soporte estarían situados en 10,98 euros y 10,256 euros. Luego, tiene soporte relevante en la directriz alcista principal, la media móvil simple de largo plazo y el soporte relevante 9,370 euros” como nos indica el analista independiente Néstor Borrás.
Repsol en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Además, los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión nos muestran a un Repsol que marca una nota de 8 puntos, en modo alcista para el valor, desde los 10 posibles. Así Repsol solo mueve en negativo como decreciente su volumen de negocio a largo plazo, y su volatilidad en ambas vertientes, con un rango de amplitud que se muestra creciente a medio y largo plazo.
En la parte positiva destaca su tendencia, tanto a medio como a largo plazo que se muestra alcista, mientras que el momento total, lento y rápido es positivo para Repsol. A todo esto, se une además el volumen de negocio que, a medio plazo, es creciente para el valor.