La cultura empresarial de la India y las grandes competencias tecnológicas han favorecido la aparición de una serie de compañías nacionales, algunas de ellas con una importante financiación de capital privado.
«En las múltiples conversaciones que mantenemos con las compañías, percibimos un optimismo en lo que se refiere al sentimiento corporativo y empresarial que hacía varios años que no veíamos», señala el gestor Brad Freer. El presupuesto del gobierno central para el ejercicio fiscal 2022, que se centra en el crecimiento y el gasto en infraestructuras, también ha hecho crecer el optimismo».
Muchas de ellas han ido ampliando su escala y están a la espera de salir a bolsa, lo que podría consolidar el ecosistema digital y diversificar los mercados indios de renta variable. Las nuevas compañías cotizadas se enmarcan en el proceso de diversificación del mercado indio, que se aleja de las compañías de titularidad estatal para acercarse cada vez más a los bancos del sector privado, las compañías tecnológicas y las empresas de consumo.
Habremos de prestar una especial atención a la evolución de ciertos sectores, como pueden ser:
Comercio electrónico: la transformación digital india avanza a buen ritmo, enfrentando a las compañías tecnológicas nacionales con las multinacionales que buscan hacerse con una parte del amplio y joven mercado de consumo del país.
Bancos: los bancos indios tienen un gran potencial de crecimiento gracias a la relativamente reducida tasa de penetración en el mercado y al rápido crecimiento de la banca móvil. Se trata de un sector muy interesante porque en algunos países el acceso a la banca tradicional sigue siendo muy escaso, y probablemente India e Indonesia sean muy buenos ejemplos de ello. Los bancos mejor gestionados aquí -los dirigidos por el sector privado- tienen una gestión y una tecnología superiores.
Así que se puede ver que el crecimiento proviene de tres áreas, fuertes perspectivas de crecimiento del PIB, una creciente penetración de los servicios financieros como porcentaje del PIB, y en tercer lugar, y muy importante en un país como la India, los bancos del sector privado están ganando mucha cuota de mercado de los bancos estatales. Así que estos tres pilares de crecimiento van a servirles muy bien durante muchos años en el futuro.
Sector inmobiliario residencial: en los últimos años, se han aprobado nuevas leyes que han formalizado y legitimado al sector. Algunas de las grandes constructoras del país han logrado sobrevivir al proceso. El mercado podría ofrecer oportunidades, no solo a las propias constructoras, sino también a todas aquellas compañías que suministran cemento, pintura, azulejos o electrodomésticos.
En el sector sanitario, la India ha continuado mejorando sus infraestructuras tras la devastadora segunda ola de infecciones por coronavirus, que parece estar ya mayoritariamente controlada. Según nuestras estimaciones, y si se mantiene el ritmo actual de vacunación, más de la mitad de la población de más de 15 años habrá recibido ya al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 para el cuarto trimestre del año.
Naciones Unidas había advertido de que las perspectivas de crecimiento del país para este año eran «extremadamente frágiles». Sin embargo, ello no impidió a la organización intergubernamental mejorar la previsión de crecimiento económico del país para 2021, del 7,3% al 7,5%, y anticipar que la India podría convertirse en la economía de más rápido crecimiento en 2022, con una tasa de crecimiento del 10,1%.
La India es interesante porque se han puesto en marcha macro y micro reformas, y esto se puede ver si se mira la clasificación del Banco Mundial sobre la facilidad para hacer negocios que se publica cada año. En 2015, India estaba en el número 142 y ya en 2020 el país había subido al número 63 de la lista. Esta métrica de la facilidad para hacer negocios es un predictor bastante bueno de los futuros resultados económicos.
El gobierno de la India ha estado tratando de resolver problemas como la resolución de insolvencias a través de la regulación. Por ejemplo, en 2016, la media de resolución de una insolvencia era de más de cuatro años. Ahora es de menos de un año. Por supuesto, se trata de un delicado acto de equilibrio con el que el gobierno intenta, por un lado, atraer inversiones y promover el desarrollo y, al mismo tiempo, proteger a los actores nacionales y, por supuesto, mantener su apoyo popular
Con una capitalización de mercado en torno a los 872.000 millones de dólares, según el índice MSCI India IMI a 31 diciembre 2020, el mercado indio de renta variable aún es relativamente pequeño en relación con su economía y su crecimiento potencial, lo que podría ofrecer grandes oportunidades en los próximos años.