Sin embargo, tras las decisiones adoptadas el 2 de agosto donde se pusieron trabas a la intervención instando a los países con problemas a recurrir primero a los fondos de financiación europeos ,la pregunta es ¿Se puede seguir funcionando en una Europa a dos velocidades? Mientras algunos Estados disfrutan de tipos de empréstito negativos a 2 años, otros se asfixian atrapados en la pinza formada por un programa de austeridad y un altísimo coste de la deuda. Consideramos prácticamente ineludible un reequilibrio, pero ¿supondrá pasar por un mayor federalismo? Las miradas también se volverán hacia la otra orilla del Atlántico, a medida que se acerquen las próximas elecciones. El aumento del riesgo sistémico, vistas las tribulaciones europeas así como los datos económicos poco reconfortantes en Estados Unidos, podría incitar al responsable de la Fed a pulsar por fin el botón y lanzar un nuevo programa de flexibilización cuantitativa.
El experto opina
Renta Variable: España, en el ojo del huracán
Estas últimas semanas han sido especialmente volátiles. Después de concentrarse en las publicaciones de resultados de las empresas, el mercado vuelve a afrontar a su viejo demonio: los temores de explosión de la zona euro.
Adrien Pichoud. Economista
de Bank Syz
Sin embargo, tras las decisiones adoptadas el 2 de agosto donde se pusieron trabas a la intervención instando a los países con problemas a recurrir primero a los fondos de financiación europeos ,la pregunta es ¿Se puede seguir funcionando en una Europa a dos velocidades? Mientras algunos Estados disfrutan de tipos de empréstito negativos a 2 años, otros se asfixian atrapados en la pinza formada por un programa de austeridad y un altísimo coste de la deuda. Consideramos prácticamente ineludible un reequilibrio, pero ¿supondrá pasar por un mayor federalismo? Las miradas también se volverán hacia la otra orilla del Atlántico, a medida que se acerquen las próximas elecciones. El aumento del riesgo sistémico, vistas las tribulaciones europeas así como los datos económicos poco reconfortantes en Estados Unidos, podría incitar al responsable de la Fed a pulsar por fin el botón y lanzar un nuevo programa de flexibilización cuantitativa.