Las ventas en el primer trimestre se redujeron un 8% hasta los 20,6 millones de euros y el ebitda un 23% hasta los 3,9 millones de euros. El margen ebitda también se reduce hasta el 19% hasta marzo desde el 23% en el que situaba a cierre del primer trimestre de 2019.
El margen de las operaciones se ha situado en 3,9 millones, y la cartera de negocio de la compañía a cierre del primer trimestre asciende a 217,6 millones, lo que representa un crecimiento del 3% en relación a diciembre de 2019.
La deuda neta se incrementa un 62,8% hasta los 56,5 millones de euros respecto a los 34,7 millones a cierre del primer trimestre del pasado año. La deuda se sitúa ahora en 2,9 veces respecto a su ebitda. Los gastos financieros se incrementan un 9% por la emisión de pagarés durante 2019 que se ha repetido en el segundo trimestre de 2020, mientras que la activación de créditos fiscales aporta 700.000 euros para llegar a un beneficio neto de 800.000 euros.
El consejo de administración ha decidido también retirar el reparto de dividendos a cuenta de 2019 y la previsión de beneficios y ventas para 2020.
"Renta Corporación ha publicado resultados decepcionantes y que, según nuestro punto de vista, no están del todo justificados por el Covid-19. Si bien el negocio de venta de inmuebles registró una actividad aceptable (...) con mejora en márgenes, la prestación de servicios a fincas y la socimi mostraron cierta atonía, con caídas de actividad de dígito doble alto", valoran los analistas de Renta 4 Banco.
La compañía explica que los resultados de Renta Corporación del primer trimestre del ejercicio "presentan un importante impacto como consecuencia del inicio de la crisis sanitaria del COVID-19, que ha derivado en un abrupto frenazo de toda la actividad económica considerada no esencial, no solo en España sino también a nivel prácticamente mundial".
La prioridad de la compañía se centra en asegurar la correcta continuidad del negocio en estos momentos de crisis y reaccionar adecuadamente ante las eventualidades.
"Renta Corporación ya ha vivido en el pasado situaciones complejas, por lo que los aprendizajes acumulados le permiten abordar estos momentos con cimientos más sólidos. La compañía, además, se ha dotado de instrumentos adicionales, como la creación de un Comité COVID-19, para hacer seguimiento de los impactos financieros y no financieros, así como de las medidas de contingencia que se vayan poniendo en marcha", aseguran en la presentación de resultados.
Renta Corporación cuenta con una cartera de activos en balance formada por activos residenciales y de oficinas "altamente líquidos en localizaciones “prime” de Madrid y Barcelona y no prevé una erosión en su valor".
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En lo referente a la liquidez, la estrategia de la compañía está centrada en diversificar las fuentes de financiación, situándose en un nivel de apalancamiento por debajo del
40% y en una tesorería de 13 millones de euros.
Renta Corporación es un grupo inmobiliario especializado en la adquisición, reforma, gestión legal y técnica y venta de inmuebles, ubicados en grandes núcleos urbanos, especialmente en las ciudades de Madrid y Barcelona.