- En Europa, el foco de atención está puesto en la guerra de Ucrania que, a su vez, retrasaría la recuperación económica a nivel global. ¿Se podrían producir diferencias en este sentido entre países?
Sí, sin duda las materias primas van a tener mayor efecto en Europa, mientras que otras regiones menos dependientes de Rusia como la economía de Estados Unidos tendrán un efecto mucho menor. Somos positivos en EEUU, mientras que en Europa sí creemos que va afectar y dentro de Europa creemos que Reino Unido ya estamos viendo que está teniendo un mejor comportamiento y creemos que es una oportunidad porque las compañías cotizan a precios históricamente bajos.
- ¿Ven interesante la bolsa británica en un 2022 cuanto menos convulso?
Con la volatilidad de la guerra en Ucrania emergen oportunidades. Nosotros que nos dedicamos a seleccionar compañías, Reino Unido sería un caso claro desde hace tiempo, desde el Brexit. En los últimos dos años los grandes asignadores de activos no han optado por Reino Unido lo que ha hecho que las valoraciones estén históricamente bajas en compañías que creemos que son muy buenas. En los últimos dos o tres meses hemos visto un comportamiento mejor del FTSE 100 lo que supone que está empezando a atraer a los inversores. Nosotros como firma británica tenemos un conocimiento muy bueno del mercado, pensamos que puede ser una apuesta defensiva y contracíclica en un entorno como el que estamos viendo. El FTSE 100, como índice de referencia, es un selectivo más expuesto a energía y en comparación al MSCI o a los índices estadounidenses cotiza con ratios muy baratos. Creemos que la tónica de los últimos meses de que el FTSE 100 lo hacía mejor puede continuar o menos mal que el Euro Stoxx 50. Desde el año pasado estamos viendo qué planes de pensiones de fuera de Europa, asiáticos y latinoamericanos, se empezaban a interesar en Reino Unido.
El 60-65% de los resultados empresariales del FTSE 100 dependen del exterior, no de la economía doméstica de Reino Unido. Las más típicas son los bancos como Standard Chartered, British American Tobacco, Rio Tinto Group… cotizan en Londres pero sus ingresos provienen de todo el mundo. Estamos ante un contexto económico cambiante, la globalización desde Donald Trump, el Brexit y ahora la posible pinza Rusia-China hace que muchas compañías globales tengan que replantearse sus cadenas de suministros y esto va a suponer también un cambio importante a la hora de invertir.
- ¿Cuáles son las estrategias que destacarías de Columbia en el mercado de Reino Unido? ¿Qué sectores priman?
Somos una gestora con más de 40.000 millones de dólares (36.365 millones de euros) invertidos en Reino Unido, es decir está en nuestro ADN. Esto es fruto de la selección de compañías, si luego opera en un país o en un sector… pero nos gusta la compañía pues podemos seguir invirtiendo. Tenemos más de 10-15 fondos en Reino Unido, pero destacaría dos fondos que han tenido mucho éxito: uno con un sesgo más defensivo que se llama UK Equity Income Fund que se centra en empresas con calidad y además tienen dividendos de forma consistente. A raíz del Covid-19 muchas empresas cortaron sus dividendos pero esa tendencia se está revirtiendo, el gestor Richard Colwell busca empresas de calidad que den dividendos. Es un fondo que ha batido de forma consistente a su índice de referencia, creemos que la gestión activa puede ser una oportunidad porque se pueden hacer operaciones de arbitraje.
El fondo se centra en la oportunidad de valoración en el largo plazo, no está centrado en estrategias cortoplacistas como el ciclo de subidas de las materias primas que creemos que no es sostenible, de hecho en algunos metales se están viendo precios por encima de las 10 veces su punto mínimo de cotización, esto es absurdo. No creemos que ratios tan altos vayan a ocasionar un superciclo en las materias primas. Por eso invertimos en empresas de consumo, de medios de comunicación tipo ITV plc, bancos…
El otro fondo es el UK Fund que es un fondo más equilibrado, no tanto que sean defensivas a través de un acercamiento hacia el dividendo, sino compañías que ofrezcan crecimiento en el largo plazo. Ahora estamos en una coyuntura de value vs crecimiento, pero creemos que una forma de invertir a través del crecimiento ya se asimila, se estudia lo que es el crecimiento de la compañía y sabemos y tenemos comprobado a largo plazo el crecimiento de una compañía te hace tener resultados más consistentes en el largo plazo y eso es lo que te eleva una cotización. El UK Fund es una apuesta por empresas de crecimiento, no tenemos empresas de energía en el fondo que es algo que en el corto plazo puede hacer corregir al fondo si se desbocan las materias primas. Por valoraciones las empresas en Reino Unido están tiradas siendo un poco coloquial, que es algo que vemos en compañías multinacionales sólo por el hecho de cotizar en Reino Unido.
Estos dos fondos aportan crecimiento a través del Threadneedle UK Fund y un sesgo defensivo para el contexto actual con el Threadneedle UK Equity Income Fund.
- Más allá de Reino Unido, y en un momento en el que la volatilidad sigue reinando en los mercados, ¿dónde hay valor por sesgo geográfico?
Hay una discusión abierta en el mercado sobre estilo de inversión, valor vs crecimiento, por apuestas sectoriales… El alza de las materias primas ha hecho que las carteras que tuvieran energía lo hagan muy bien, mientras que los no tuvieran energía no lo hacen tan bien, pero esto no supone que las subidas en los recursos básicos vayan a ser sostenibles en el tiempo. ¿Dónde hay oportunidades en este entorno a nivel mundial? Creemos que va a ser un año de mucha volatilidad, estamos viendo al Vix a 33 puntos, pero también de rotaciones de crecimiento a valor y rotaciones también sectoriales lo que va a generar grandes cambios de rentabilidad en sectores muy fuertes en muy poco tiempo. Cambiar las carteras porque haya hecho mejor en la última semana es un gran error. ¿Cuáles son las carteras que lo van a hacer mejor? Aquellas que tengan un equilibrio sectorial no las que tengan grandes apuestas.
El crecimiento en EEUU va a estar más protegido que el europeo, en Europa vamos a tener una inflación más extensa de lo esperado, menor crecimiento y el fantasma de la estanflación va a tener un efecto en muchas compañías por una menor renta disponible de los consumidores y un menor crecimiento. Estos efectos están más controlados en EEUU, es cierto que sufren un IPC cercano al 8% pero tienen autosuficiencia energética, no dependen de Rusia y eso les hace más fuertes. En EEUU donde encontramos más valor es en las empresas de pequeña y mediana capitalización, compañías que dependen del consumo doméstico y que desde un punto de vista de resultados les viene incluso bien tener algo de inflación porque trasladan las subidas de precios a mejores resultados.
En este segmento tenemos un fondo histórico como el Threadneedle American Smaller Companies Fund, que gestiona Nick Javier, con unos resultados excelentes. Es un fondo que no tiene grandes apuestas sectoriales, se centra en el consumo doméstico de EEUU y ahí pensamos que no va a tener un efecto la guerra y los bancos centrales van a realizar medidas para controlar la inflación. Las empresas de pequeña y mediana capitalización de EEUU son una apuesta nuestra, creemos que los gestores pueden encontrar más valor respecto a un ETF y así lo demuestran las rentabilidades del fondo.