En la última jornada, Jerome Powell lanzaba un mensaje de calma a los mercados. El presidente de la Reserva Federal dijo el jueves que la batalla del banco central estadounidense para controlar la inflación "incluirá algo de dolor" a medida que se sienta el impacto de la subida de las tasas de interés, pero que el peor resultado sería que los precios siguieran acelerándose.

"Entendemos y apreciamos plenamente lo dolorosa que es la inflación", dijo Powell en una entrevista con el programa de radio nacional Marketplace, repitiendo su expectativa de que la Fed subirá las tasas de interés medio punto porcentual en cada una de sus dos próximas reuniones de política monetaria. Al mismo tiempo, prometió que si los datos resultan ser contrarios a lo que se espera "estamos preparados para hacer más".

Alejaba así los temores de una posible subida de 75 puntos básicos por el momento. 

Pero, ¿qué pasa si se materializa una recesión?

Según explica Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI, los mercados ya no están tan pendientes de los datos de inflación, porque ya tienen asumido que seguirá elevada en los próximos meses, sino que ahora se fijan en las actuaciones de los bancos centrales. Los reguladores han ido tarde a la hora de retirar estímulos y pueden verse ahora atropellados por un nuevo colapso de la economía, que les pille con los deberes sin hacer y les fuerce a actuar de nuevo, cuando no han normalizado todavía su política monetaria. 

En Europa se están ya barajando las subidas de tipos en verano, pero "tenemos menos músculo de crecimiento que en Estados Unidos", señala la experta. El miedo y la incertidumbre del mercado se focaliza ya en esa recesión, que vemos también reflejado en la curva del bono a 10 años de EEUU. La volatilidad, por tanto, seguirán siendo elevada. Y podríamos estar en el inicio de un mercado bajista. 

A pesar de este entorno negativo, hay compañías que lo siguen haciendo bien por ahora y están dando noticias positivas. Algunas españolas son Telefónica o ACS, que han presentado cuentas positivas. En el caso de la teleoperadora, Morgan Stanley ve un potencial alcista del 9% tras sus cuentas. Por su parte, ACS obtuvo un beneficio neto de 136 millones de euros en los primeros tres meses del año, lo que supone un crecimiento del 60% respecto al mismo periodo del año precedente.

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