Parece que vuelve 'la fiebre del bono' en modo deuda soberana de Estados Unidos, a través de ETFs. Fondos cotizados que, en el caso concreto, por ejemplo, según los datos de Morningstar que publica Financial Times, pasan porque, sólo en el mes de agosto, el TLT de BlackRock, el mayor fondo cotizado de bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo, ha captado cerca de 4.000 millones de dólares. Y en ese periodo, se revaloriza un 4%. 

De hecho, además de sumar, ha registrado en tres meses sus mayores entradas de capital desde que se lanzara al mercado allá por el año 2022. Un incremento, por tanto, de la demanda del mercado de deuda soberana americana que pasa por una generalización del tipo de inversor. Y es que, más allá de los grandes tenedores de deuda, como los gestores o los hedge funds, así como los Estados, los minoristas también comienzan a confiar en la renta fija. 

Nuestra primera pregunta a la hora de plantearnos este tipo de inversión, es ver qué ventajas cuenta hacerlo mediante fondos cotizados o ETFs. El responsable de fondos de Estrategias de Inversión, Carlos Arenas nos indica tres factores: la diversificación instantánea, la liquidez y los bajos costes que supone. 

En el primer caso, nos indica que "los ETFs permiten diversificar la inversión en un amplio espectro de bonos con una sola compra. Esto reduce el riesgo asociado con la compra de bonos individuales, como el riesgo de crédito". 

Ya en el segundo, invertir a través de fondos cotizados "ofrece mayor liquidez en comparación con los bonos individuales, permitiendo a los inversores entrar y salir de posiciones más fácilmente. Y el tercero pasa porque "invertir en bonos a través de ETFs suele ser más barato en términos de comisiones y costes de transacción comparado con la compra directa de bonos".

Respecto de por qué optar por los bonos soberanos, a pesar de su caída en el caso de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años de casi 30 puntos básicos, su mayor descenso mensual, todavía hay margen para aprovechar antes de que de forma efectiva lleguen las bajadas de tipos.

De momento lo que todavía se desconoce, es la cuantía, más o menor elevada, de esos recortes en el caso concreto de la Fed. Y mucho tendrán que ver esta semana, tras el jarro de agua fría que ha supuesto el ISM manufacturero, los numerosos datos de empleo, una referencia fundamental para la Reserva Federal de EEUU que culminará con el informe de agosto del mercado laboral del viernes. 

Y es que esa será una de las claves a seguir: el ritmo de los recortes, ya que para muchos, a pesar del aumento del VIX a cuenta de las expectativas de recesión en crecimiento, el aterrizaje suave es la perspectiva más plausible para la economía de EEUU en los próximos trimestres, por lo que el descuento de un 'recorte drástico', en torno a una reunión de la Fed de aquí a fin de año de 50 puntos básicos podría desvanecerse y revalorizar el interés por estos bonos. 

Otro factor que nos apunta Carlos Arenas es si debemos considerar la búsqueda de plazos más largos una vez que la bajada de tipos diluya su atractivo. "Hay que considerar el riesgo duración. Los bonos de largo plazo son más sensibles a los cambios en las tasas de interés, lo que significa que, si las tasas suben inesperadamente, estos bonos pueden perder valor rápidamente". 

En cuanto a la mirada de inversión a medio plazo, hemos preguntado al responsable de fondos de inversión de Estrategias de Inversión si, a posteriori, sería adecuado fijarse ya en bonos de las empresas o corporativos en EEUU frente a los que emite el Tesoro. Y nos señala que dependiendo del perfil de riesgo del inversor sería mejor una u otra elección.

Destaca que uno de sus grandes alicientes para permanecer en deuda soberana estadounidense es el riesgo de crédito. "Los bonos soberanos de países desarrollados, como los de EE.UU., generalmente tienen un menor riesgo de crédito en comparación con los bonos corporativos. En tiempos de incertidumbre económica, los soberanos pueden ofrecer mayor seguridad". 

Otra razón a considerar es la perspectiva económica, "si se espera una mejora en la economía de EE.UU., los bonos corporativos a medio plazo podrían ser más atractivos debido a la reducción del riesgo de incumplimiento y al potencial de apreciación del capital. Sin embargo, si hay señales de desaceleración, los bonos soberanos podrían ser una opción más segura".

Y por supuesto, el rendimiento. "los bonos corporativos suelen ofrecer rendimientos más altos que los soberanos, compensando por el mayor riesgo de crédito. En un entorno de tasas altas o de recortes futuros, los bonos corporativos pueden ser más atractivos si se considera que las empresas tienen una buena solvencia".