Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen 17,9 millones de personas por este motivo. Seguir un estilo de vida saludable desde edades tempranas es fundamental para prevenirlas en la edad adulta. Ante este horizonte, y a propósito del Día Mundial del Corazón, que se celebra cada 29 de septiembre, Quirónsalud Zaragoza quiere advertir de la importancia de mantener una buena salud cardiovascular desde la infancia a través de unas recomendaciones a cargo de la doctora Marta López, especialista de cardiología infantil en el centro hospitalario.
“Solemos preocuparnos del corazón cuando ya somos adultos y, especialmente, si hemos tenido un susto, como un infarto, pero la infancia y la adolescencia son las fases más importantes para el control y la prevención de las enfermedades cardiovasculares”, explica la especialista. La hipertensión arterial, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, la hipercolesterolemia o la diabetes mellitus guardan relación directa con el estilo de vida de cada persona, de manera que es esencial mantener un modo de vivir cardiosaludable.
Desde la Unidad de Pediatría y Cardiología Pediátrica de Quirónsalud Zaragoza, se fomentan los hábitos sanos, adecuándolos, además, a la edad del paciente o a otros factores como la existencia de patologías o antecedentes familiares.
Actividad física a todas las edades
Tal y como indica la doctora, “en España, la cifra de niños de entre 5 y 14 años que no realizan ninguna actividad física es del 12%, mientras que, entre los 15 y los 24 años, no practica nada o muy escasa actividad hasta un 45%”. En este sentido, señala, “hacer ejercicio es primordial a todas las edades y es algo que debe incorporarse a la vida cotidiana desde la infancia”.
Pero, ¿qué tipo de actividad es mejor? Para la doctora Marta López, esto depende de la edad. Así, “entre los 0 y los 6 años –apunta–, es suficiente el juego libre y la actividad natural que tiene un niño, dejando que se mueva y creando espacios donde pueda hacerlo con seguridad”. Asimismo, añade, “es recomendable que aquellos bebés que todavía no caminan también se muevan, por ejemplo, cogiendo objetos en el suelo, volteándose o gateando”. Una vez que consigan andar, se aconseja el juego libre al menos durante tres horas al día, tanto dentro como fuera de casa, y de intensidad variable.
“A partir de los 6 años –continúa–, se debe realizar al menos una hora de ejercicio con intensidad moderada o intensa. La mayor parte debe ser aeróbico, como correr, nadar o montar en bicicleta, dedicando de 2 a 3 días a la semana al fortalecimiento muscular y óseo, con actividades como la gimnasia, la escalada o los estiramientos”. A su vez, a partir de esa edad, son recomendables los deportes colectivos en función de los gustos del niño y siempre con la finalidad de que este se divierta.
Alimentación saludable y limitar el tiempo de pantallas
Por otro lado, “es muy importante limitar el tiempo que pasan viendo la televisión, con el ordenador o con pantallas, ya que existe una relación directa entre este tipo de actividades y el sobrepeso”, indica la especialista. Además, “seguir una alimentación saludable es esencial, ya que muchos estudios han comprobado que los hábitos alimenticios que se obtienen durante la infancia continúan en la edad adulta”, añade. De esta forma, recomienda limitar el consumo de alimentos con azúcares agregados, grasas saturadas y exceso de sal, que a menudo se encuentran en productos como pizzas, patatas fritas, comida rápida, refrescos, galletas y bollería.
Evitar el hábito de fumar es otro de los consejos que menciona la doctora, planteándose como meta el no iniciar el tabaquismo, impedir la exposición al humo de tabaco ambiental y el cese de esta práctica por parte de los que ya lo han adquirido. Por último, crear rutinas como ir andando al colegio o subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor contribuyen también a una adecuada salud cardiovascular.