El cáncer diagnosticado con más frecuencia en España en 2023 fue el colorrectal con 42.621 casos, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica. Asimismo, por detrás del de pulmón, es el segundo tumor con una tasa de mortalidad más alta. Ante este escenario, el Instituto Oncológico Quirónsalud Zaragoza, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Colon, que tuvo lugar ayer domingo 31 de marzo, quiere concienciar a la población de la importancia de la prevención y de la necesidad de realizar determinadas pruebas a partir de los 50 años para diagnosticarlo en estadios tempranos y mejorar así la tasa de curación.
En este sentido, la doctora María Tobeña, médico especialista en oncología médica del centro hospitalario, señala que “descubrir la enfermedad en una fase inicial es clave para aumentar las probabilidades de curación”. Cinco años después de la cirugía, un tumor detectado en el estadio I tiene una tasa de supervivencia del 99%, mientras que en el estadio II se sitúa entre un 68% y 83%. Por el contrario, si se localiza en el estadio III, el porcentaje desciende a una horquilla de entre un 45% y 65%.
“Además -continúa la doctora-, con respecto a cómo hacer frente a la enfermedad, en los casos más precoces (estadio I y estadio II sin factores de riesgo), el tratamiento con cirugía es suficiente, puesto que la quimioterapia no ha demostrado aumentar la supervivencia de estos pacientes. Sin embargo, en tumores más avanzados, sí que se recomienda abordarlos con quimioterapia tras la intervención para incrementar la esperanza de vida”. De este modo, la detección precoz juega un papel crucial que determinará el tratamiento y también las probabilidades de curación.
Factores de riesgo
Por estos motivos, el doctor Rafael Uribarrena, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Quirónsalud Zaragoza, destaca la importancia de evitar determinados hábitos no saludables y de realizar pruebas de diagnóstico. “Entre los principales factores de riesgo -detalla-, se encuentran algunos relacionados con el estilo de vida. La obesidad, el sedentarismo, el alcohol, el tabaquismo y el consumo excesivo de carnes rojas aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon”. Igualmente, se recomienda realizar una dieta rica en fibra, frutas y vegetales, evitando los alimentos procesados. Asimismo, es importante que estas rutinas se empiecen a adquirir en la infancia y adolescencia, y que se mantengan a lo largo de la edad adulta.
Por otra parte, la edad es el factor de riesgo no modificable más importante. Más del 70% de los pacientes que se diagnostican de cáncer de colon tienen más de 65 años, aunque en los registros occidentales se está detectando un aumento de los casos entre los 40 y los 44 años. Finalmente, un 2-5% de los casos se debe a la presencia de un síndrome hereditario.
La detección temprana determina la supervivencia
“En pacientes sin factores de riesgo adicionales más allá de la edad, se debe de realizar la prueba de detección de sangre oculta en heces a partir de los 50 años y repetirla cada dos años, si el resultado es negativo. Por el contrario, si es positivo, hay que programar una colonoscopia”, detalla el especialista. “Igualmente -añade-, las personas con antecedentes familiares de cáncer colorrectal en primer grado, especialmente si son menores de 60 años, deben someterse a una colonoscopia a partir de los 50 años o 10 años antes de que el familiar de primer grado afectado contrajo la enfermedad”.
La herramienta fundamental de diagnóstico es el colonoscopio de alta definición, el cual permite diagnosticar el tumor, así como localizar y extirpar las lesiones precursoras (adenomas), incluso cuando miden pocos milímetros. Asimismo, la ecoendoscopia sirve para definir el estadio del tumor. “Es decir, nos permite constatar la profundidad con la que penetra la pared del colon y la existencia o no de metástasis en ganglios linfáticos”, explica el doctor Uribarrena. A este respecto, el Instituto Oncológico del centro en Zaragoza aplica la técnica de ecografía endoscópica desde el año 2020, única en la sanidad privada aragonesa, que supone un gran avance para el diagnóstico de la extensión local y regional en los tumores de recto. “Estos dos procedimientos son esenciales a la hora de determinar el pronóstico y el abordaje más adecuado de la enfermedad”, concreta.
Principales señales de alarma
Aparte de las pruebas de detección, hay que prestar atención a determinados síntomas. Entre ellos, el doctor Miguel Ángel Simón Marco, jefe del Servicio de la Unidad de Digestivo en el Hospital de Día Quirónsalud Zaragoza, destaca “la emisión de sangre en heces, el cambio del ritmo intestinal y la presencia de dolor abdominal, los cuales se pueden asociar al cansancio, anemia o pérdida de peso sin motivo”.