La renta fija está intervenida por las políticas de compra de activos de los distintos bancos centrales del mundo; entre otros por el BCE y el Banco de Japón.
 

Por su parte, la renta variable sigue instalada  por debajo de sus máximos históricos en un rango del que parece incapacitada para salir y con unas valoraciones en muchos casos elevadas.
 
La situación, además, parece que se ha complicado tras la votación de los británicos para salir de la Unión Europea, que en principio ha conseguido elevar el número de incertidumbres que envuelven a los mercados.
 
Ese día, el dinero salió principalmente de la renta variable británica y española para irse a buscar refugio en la renta fija en yenes y los fondos de renta variable de metales preciosos.


 
Es más, uno de los estrategas de BlackRock, Richard Turnhill explicaba que las ventas indiscriminadas tras conocerse la notica podrían crear oportunidades en activos con buenos fundamentales y una atractiva valoración (como compañías de calidad y con dividendos crecientes).

 
En la firma explican que antes del brexit había muy pocos activos atractivos a nivel global. Tal y como se puede ver en el siguiente gráfico el que cotizaba por debajo de sus medias históricas era la renta emergente en dólares. 


 
¿Cómo están de caros o baratos los diferentes activos?
 
En su último post de su blog, Russ Koesterich, uno de los miembros del Comité de Inversión de BlackRock epxlicaba que aunque la renta variable no está en modo burbuja, lo cierto es que las valoraciones son altas, aunque no exageradas. “Las valoraciones están significativamente por debajo de los picos alcanzados en el año 2009”.
 
En la firma apuntan que aunque las valoraciones nos dicen poco acerca del comportamiento de un activo en el corto plazo, si tiene mucho que ver en plazos más elevados. Por ejemplo apuntan que “las valoraciones iniciales explican solamente un 10% de la rentabilidad en un año, aunque esta cifra se eleva al 87% en plazos de una década”.

Aseguran que “las valoraciones también nos muestran que los riesgos que asumimos al comprar bonos pueden elevarse conforme aumentan las incertidumbres en el mercado y que las políticas monetarias pueden dirigirlas. Algunos activos pueden estar baratos por una razón que refleje problemas estructurales  o del negocio, por ejemplo”

En su opinión, los inversores que busquen oportunidades para entrar en estos momentos deben tener en cuenta que algunos activos que pueden resultar baratos podrían tener problemas como el sector inmobiliario británico, o los bancos europeos. En su lugar optan por “fijarse en otros con valoraciones relativas más positivas como las acciones de calidad, las compañías de dividendos crecientes o los bonos con grado de inversión”.  Es más, apuntan que “los momentos de venta indiscriminada podrían generar oportunidades de compra en estos activos. También consideran que una buena opción podrían ser las compañías británicas que podrían beneficiarse de una depreciación de la libra”. Eso sí, explican que tras el brexit lo más aconsejable es extremar la cautela.
 
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