El ataque sorpresivo de Hamas contra Israel en la franja de Gaza del pasado sábado ha vuelto a elevar la escalada del conflicto entre israelíes y palestinos en Oriente Medio. Una escalada que ya pesa en los mercados, aunque todos los analistas coinciden en que, lo peor estará en una extensión cual efecto dominó.
Especialmente si entran en juego factores como la posible implicación de Irán en el armamento y el apoyo logístico a Hamas, considerada por la Unión Europea como un grupo terrorista. Una operación que algunas fuentes colocan como contrapeso al acercamiento de Israel a Arabia Saudí.
Para el analista de iBroker.es Antonio Castelo “admitiendo que el conflicto supone un nuevo factor de incertidumbre y riesgo a nivel geoestratégico, los mercados están considerando que se trata de un conflicto regional, muy localizado y que solamente tendría impacto relevante en caso de que nuevos actores entrasen en acción (Irán, Siria, Egipto)”.
Y destaca que “es obvio que si las tensiones se extienden a otros países la situación se complicaría mucho más, ya que entonces podríamos ver una subida más contundente en el precio del petróleo, algo que tendría efectos inmediatos negativos para el crecimiento global y para la inflación, agravando el panorama que ahora tenemos”.
Desde Edmond Rothchild AM inciden en esa opinión, su CIO global, Benjamin Melman considera que “se ha producido una reacción bastante contenida de los mercados con un repunte de los precios del petróleo de alrededor del 3%, una subida del dólar de alrededor del 0,5% y una ligera huida hacia la calidad con una caída moderada de las bolsas y de los tipos de interés a largo plazo.
El dólar que de nuevo resurge como activo refugio y se mimetiza con la renta fija de la que muchos esperan sea la gran ganadora en estos días convulsos frente a la renta variable.
Pero indican que “el primer ministro israelí ha anunciado una "guerra larga y compleja". Nadie sabe en este momento si se mantendrá en el ámbito de las operaciones ya vistas en el pasado o si la onda expansiva implicará una reacción tal que podría conducir a una extensión del conflicto”.
María Mira, analista fundamental de Estrategias de Inversión destaca que, lo más relevante es ver “lo que atañe al petróleo, por el efecto de Irán, con un 3% de la producción de crudo mundial, si se teje esa red de alianzas de los bloques afectados con la entrada de Hezbolá y si la tensión escala con la implicación del Líbano y Arabia Saudí”
“Pero, sobre todo-indica la analista fundamental- si se posiciona Irán con lo que supone para el transporte del petróleo. En especial, por los problemas que implicaría en el estrecho de Ormuz. Y ahí hablamos del 30% del crudo mundial, y esa es la mayor preocupación, que apoye Hezbolá, e Irán se posicione en el conflicto, algo que no sería muy descabellado”.
En IG destacan ese efecto inicial sobre los precios del petróleo, aunque con otros dos ganadores clave. “El crudo experimentó un aumento del 4%, reflejando la preocupación de los inversores acerca de la posibilidad de un conflicto más amplio en la región, lo que podría afectar significativamente la producción y el suministro de petróleo. Como resultado, los inversores han buscado activos considerados seguros, como el dólar y el oro, lo que ha llevado a un aumento en sus precios”.
Dólar, oro vuelve a encontrarse con un repunte en los mercados internacionales. El oro, en concreto, avanza un 0,93% y se coloca en los 1.862,25 dólares la onza, recuperándose de las fuertes caídas experimentadas y perdida la cota de los 1.900 dólares.