Oracle se ha convertido, a cierre de 2022, de un portento de resiliencia dentro del mercado de las tecnologías de la información en Wall Street. Y es que, a pesar de sus caídas algo superiores al 7% en el pasado ejercicio, su desempeño tras los resultados y su gran dinámica, en el último trimestre de 2022 le ha salvado de la quema generalizada y a doble dígito implementado por buen parte del sector el año precedente.
Se gran desempeño se debe sobre todo a su más que buenos resultados presentados a mediados de diciembre. Oracle registraba entonces unas cuentas que se colocan por encima de lo que esperaba el mercado con un factor especial: sus ingresos por infraestructura en la nube. Con ganancias por acción de 1,21 dólares e ingresos totales de 12.280 millones de dólares.
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Y respecto de su próximo trimestre fiscal, sus guías, la CEO de Oracle, Safra Catz ponía sobre la mesa una ganancia por acción algo por debajo de lo esperado de 1,17 a 1,21 dólares por título, frente a los 1,24 esperados según Refinitiv, pero con mejora de ingresos, de entre el 17 y el 19%. El consenso de mercado espera un avance en la parte baja de esa banda con 12,340 millones de dólares.
En su gráfica de cotización vemos que el valor gana un 1,10% en la última semana, con avances que rozan el 3% en el mes, y, en el trimestre con subidas del 29,6% mientras que, en interanual las caídas alcanzan el 7%. Con un bagaje negativo pero muy contenido respecto al resto de tecnológicas tradicionales en un año para olvidar y muy por encima del peor desempeño, con caídas del 33% para el Nasdaq.
Y otro de sus grandes aciertos es que formará parte del suculento contrato de computación en la nube que acaba de adjudicar el Pentágono, junto con gigantes como Amazon, Alphabet-A y Microsoft algo que en principio no se esperaba, ya que, tradicionalmente se trataba de un contrato con una sola empresa, o con dos como el pasado año. La idea del departamento de Defensa de Estados Unidos es confiar ahora en más proveedores de tecnología de infraestructura en la nube para operar de forma remota. El montante total es de 9.000 millones de dólares.
Y todo ello a pesar de estar muy lejos de los ingresos en la nube de AWS de Amazon que alcanza los 20.500 millones trimestrales frente a los 900 de Oracle por ese concepto en el tercer trimestre del año.
En cuanto a recomendaciones, Jim Cramer, el presentador de Mad Money en la CNBC lo coloca como una de sus grandes apuestas para 2023. Destaca como magníficos sus resultados, cuando sus acciones "se venden por menos de 17 veces sus ganancias futuras". Y aunque el software empresarial no es uno de los sectores estrella para Jim Cramer, considera que, en este momento el negocio de Oracle es muy duradero.
Desde Tipranks, su consenso recoge a 19 analistas, repartidos entre 9 que optan por comprar, 9 más por mantener y 1 por vender, con precio objetivo medio de 93,89 dólares por acción, con un recorrido alcista que roza el 15% para las acciones de Oracle.
También desde Guggenheim apuestan por comprar sus acciones y con precio objetivo de 115 euros por acción, mientras que, desde Credit Suisse también le otorgan el mismo PO, con un potencial de mejora en el mercado para el valor que supera el 40%. Pero no todos los consejos son claramente positivos, ya que, desde Piper Sandler mejoran su potencial progresión en precio hasta los 85 desde los 75 dólares, pero con menor margen y recomendación de mantenerse neutral sobre el valor.
Según nos muestran los indicadores de fuerza premium de Estrategias de Inversión, Oracle se presenta fuerte, algo que comparte a largo plazo, mientras que, a medio, se mantiene incluso por encima, muy fuerte, con esa operativa de ruptura de resistencias y compra en soportes y el riesgo de acumulación de excesos y figuras bajistas para sus acciones.