Una cartera 60/40 es la formada por un 60% de renta variable y un 40% de renta fija. Esto la haría adecuada para un inversor con un apetito moderado por el riesgo. Con las acciones generalmente siendo el principal motor de la revalorización del capital, mientras que se espera que los bonos proporcionen cierto rendimiento o ingresos, pero también se confía en ellos para compensar algunas de las pérdidas si los mercados de renta variable caen.
Los rendimientos a largo plazo de este enfoque de inversión han sido buenos. Según un estudio de J.P. Morgan Asset Management, se observa que una estrategia 60/40 de acciones y bonos estadounidenses ha dado un rendimiento anualizado del 11,5% desde la crisis financiera mundial. Remontándonos a 1980, la rentabilidad media anual de esta estrategia es del 10,6%. Y ello a pesar de siete años negativos y caídas medias interanuales del -7,7%.
Los retos de 2022 han afectado sin duda al rendimiento, con una caída del 16,1% en el primer semestre de este año. La quiebra de las punto.com y la crisis financiera mundial destacan como otros momentos en los que los inversores habrían visto rentabilidades anuales negativas, sin embargo, muy pocas empresas obtuvieron buenos resultados durante estos periodos. Lo que hace único a 2022 es el rendimiento negativo de ambos componentes de la cartera, algo que no habíamos visto antes.
¿Qué tienen la Renta Fija y la Renta Variable que las ha convertido históricamente en una buena combinación?
El atractivo de estas estrategias es la falta de correlación entre los activos o, dicho de otro modo, la diversificación que aporta una combinación de activos. Si la renta variable cae, la renta fija debería proporcionar cierto apoyo, del mismo modo que si la renta fija cae, la renta variable obtendría rendimientos positivos. Esto ha sido así incluso durante la crisis financiera.
Estas distintas clases de activos tienden a reaccionar de forma diferente a las condiciones económicas y compensan así el riesgo que asume cada inversión. Por ejemplo, en mitad de un ciclo económico, cuando la economía está creciendo, la renta variable se beneficiará de los niveles positivos de gasto y obtendrá buenos resultados. En momentos como los actuales, en el que los tipos de interés suelen subir para mantener la inflación cerca del objetivo, puede suponer un periodo difícil para los bonos del Estado y para la deuda corporativa, ya que suponen un reto parala financiación de la deuda.
A medida que avanzamos en el ciclo económico, la subida de los tipos puede provocar una contracción de la economía, por lo que la renta variable no obtendrá buenos resultados debido a la restricción del gasto por parte de los consumidores. Por lo tanto, tendemos a ver caer las inversiones en renta variable cuando las subidas de tipos acaban por frenar el motor del crecimiento económico.
Los ciclos del mercado afectan a la rentabilidad
El momento de los máximos y mínimos de la renta variable y la renta fija puede variar. La renta variable tiende a caer más que la renta fija, y la renta fija puede caer primero, para subir después cuando la renta variable la alcance. A esto lo llamamos "secuenciación", comenta FEfundinfo
En general, cuando la economía se ralentiza, los bonos del Estado ofrecen apoyo, ya que los inversores buscan activos más seguros, lo que eleva la demanda y, por tanto, los precios. La demanda también puede repuntar a medida que los inversores empiezan a valorar la perspectiva de que los tipos de interés bajen, para estimular el crecimiento de la economía.
La mayoría de las veces los mercados siguen esta secuencia de acontecimientos, aunque cada vez el ciclo es ligeramente diferente. En 2022 los tipos han subido, pero esta vez es diferente, ya que la querra de Ucrania también influyó.
Cabe recordar, que hace unos meses publicamos la nota No todos los fondos 60/40 pierden en el año... en la que el responsable de Renta Fija de Capital Group, Mike Gitlin, comentaba "no comparto la visión de un 60/40 sino más bien de carteras equilibradas, es decir tener una mezcla adecuada de renta fija y variable que se ajuste a la hipótesis de capital a largo plazo, y puntualiza que las carteras equilibradas siguen vigentes." A lo que añadió que hay que tener presente las cuatro funciones que desempeña la renta fija en una cartera "equilibrada", y que comentamos en la nota La renta fija ya comienza a tomar su papel tradicional.
Con lo que las carteras equilibradas no están muertas, a pesar de lo sucedido en 2022.....oído a navegantes