Cinco valores tecnológicos han liderado la subida del S&P 500, tal y como podemos ver en el gráfico que recogemos a continuación.

Sólo estos cinco valores han subido un 35% durante los últimos 12 meses,mientras que los 495 restantes se han dejado un 5%.

¿Qué podría hacer que la tendencia alcista del S&P 500 se descarrilara?

Indudablemente una subida de la inflación. La inflación ha pasado a ser ahora el centro de la atención de los inversores.

¿Es posible y probable que la inflación se dispare al alza, justo en una semana en la que los tipos de interés reales han vuelto a marcar un nuevo mínimo?, tal y como podemos observar en el gráfico que recogemos a continuación.

A la hora de valorar la probabilidad de que se dispare la inflación debemos tener en cuenta en primer lugar la enorme cantidad de dinero en efectivo disponible por el Tesoro de los EEUU, concretamente 1,7 billones de dólares, tal y como pueden ver en el gráfico que recogemos a continuación.

Fuente: Zerohedge.com

Obviamente, este importantísimo volumen de liquidez procede de una emisiones de deuda pública estadounidense que han marcado un récord histórico en este año.

Las preguntas que nos debemos hacer a continuáción es cuándo se desencadenará este tsunami de gasto público y qué consecuencias económicas tendría, especialmente en la vertiente de la inflación.

En cuanto al "cuándo", dependerá de criterios políticos, influidos por la proximidad de las elecciones presidenciales (90 días) de los EEUU.

El Congreso de os EEUU deberá aprobar una nueva ley de estímulo fiscal. La cuestión es si los demócratas aplazarán su aprobación con la intención de obtener algún provecho electoral.

Pues bien, en este sentido hay un factor que seguro les inducirá a aprobarla rápidamente: una caída del S&P 500.

El S&P 500 se encuentra en la zona de los 3.300. Un retroceso no sería grave y podría ser una oportunidad de compra de valores cíclicos, porque podrían beneficiarse de un incremento del crecimiento económico y de la inflación.

En cuanto a las consecuencias económicas y especialmente al comportamiento de la inflación, debemos tener en cuenta que este tsunami de gasto llegará en un momento en el que la oferta monetaria M2 está creciendo al ritmo más alto desde el final de la Segunda Guerra Mundial, tal y como podemos ver en el grafico que recogemos a continuación.

Este hecho podría acelerar las presiones inflacionistas.

Otro factor a tener en cuenta a la hora de valorar las presiones inflacionistases el precio del petróleo.

La cotizacion del precio del "crude oil" se está moviendo lateralmente por debajo de 42$. Podemos decir que su comportamiento es neutra, al menos, por ahora.

En conclusión, a corto plazo no se vislumbran presiones inflacionistas, pero es probable que en el momento en el que el gobierno de los EEUU comience a gastar, los inversores también comenzarán a descontar un aumento de las presiones inflacionistas.

Es por ello por lo que resulta probable que a finales de agosto o comienzos de septiembre tanto el S&P 500 como el oro experimenten una corrección y la cotización de los bonos retroceda (un aumento de los tipos de interés).