“En la reunión de esta semana, el BCE debería reiterar su tono pesimista, pero no tomar decisiones nuevas”, dijo Michala Marcussen, de Société Générale, en una nota recogida por CNBC. “El BCE tiene varias herramientas guardadas, pero no esperamos que lance un gran bazuca en breve”.
Aquí en España, los expertos consultados por Bolsamanía parece que son de la misma opinión. Javier Flores, responsable del servicio de estudios de ASINVER, dice que una nueva rebaja de tipos, aunque posible, “parece poco probable”, y señala que la atención de la reunión se centrará en otros dos aspectos, la actualización de las previsiones macro y la situación de liquidez del interbancario. Respecto al primer punto, se espera que Mario Draghi, presidente del BCE, sea más claro sobre el mensaje que dio en el anterior encuentro de que estima un “periodo prolongado de baja inflación”, aunque no que se produzca deflación. En cuanto al segundo punto, dice Flores, “tiene que ver con el exceso de liquidez en el sistema interbancario y el repunte de los tipos de interés a corto plazo, algo que sin duda requiere de algún tipo de acción por parte del BCE, aunque es cierto que no de manera inminente”. En relación con este tema, añade este experto, “podría esperarse el adelanto de la posibilidad de una nueva LTRO”.
Sobre los temores deflacionistas que han sobrevolado el mercado, dicen estos expertos de M&G que “la deflación en Europa hay que valorarla a nivel global de la Zona Euro. El que los países periféricos mantengan durante un tiempo tasas muy bajas de inflación forma parte del ajuste relativo de precios para recuperar la competitividad, pero para hablar de deflación en Europa tendríamos que ver una inflación negativa en el conjunto de la Zona Euro”.
Victoria Torre, de Self Bank, también descarta un nuevo recorte de tipos, pero igualmente habla de que el BCE podría tomar decisiones en otros ámbitos, “como la posibilidad de situar en negativo la facilidad de depósito; es un instrumento del que se ha hablado en otras ocasiones y que 'empujaría' a los bancos a prestar el dinero para que se reactive el crédito en vez de depositarlo en las cuentas del BCE. No obstante, pensamos que es una medida de difícil implementación y que podría derivar en otros problemas colaterales. Creemos que, tras la última baza jugada por el BCE, las autoridades monetarias se decantarán por esperar más para comprobar el impacto de la rebaja de tipos antes de tomar ninguna otra decisión”.
Nieves Amigo