El análisis técnico se basa principalmente en la idea de que todo se repite tanto en los mercados financieros como en la vida, y como no podemos predecir el futuro buscamos una estadística a través de la cual la sucesión de eventos nos permite entender por qué se ha dado en otros casos.
El análisis técnico está fundamentado en esa teoría de que todo se repite y hay que ver cómo aplicarla bien. Lo que realmente importa a la hora de aproximarse a un gráfico no siempre está claro y esto a menudo genera que cuando hagamos otras cosas sea mucho más difícil de entender.
Los criterios además para seleccionar los activos tienen que ver mucho con la situación macroeconómica, saber que situación geopolítica tiene el activo en el que vamos a operar, si hablamos de valores ver qué afecta a ese valor o industria y cual es el momentum. Y uso el análisis técnico para acotar el precio y buscar cual es el mejor momentum, que es el momento concreto en el cual la tendencia del mercado se aproxima a una zona proclive a que haya un rebote o una corrección, de manera que esa zona se tiene que acompañar con los datos tanto macroeconómicos como geopolíticos, y esto es al final lo que hace una análisis cuantitativo.
Por otro lado, el principal error que se comete cuando se empieza a hacer trading es que se hace sin tener lo más básico claro. Y en este punto es muy importante tener una estrategia definida. Pero cada estrategia funciona de un modo distinto en cada trader. Para eso hay que aprender perfectamente las reglas de la estrategia con la que vas a trabajar en demo, aplicarla varias veces y después hacer un 'back test', si los resultados te dan un mínimo de un 60% de probabilidades de operaciones ganadoras es buen punto de partida, si te da por encima de un 70% probablemente sea una estrategia muy adecuada para ti. No obstante, cuando se pasa a real no hay que olvidar que son porcentajes orientativos.
Finalmente, en cuanto a la gestión del riesgo, hay que saber cuál es nuestro grado de aversión al riesgo. Una vez que eso lo identificamos, si somos más o menos conservadores, tenemos que plantearnos cuánto dinero podríamos perder al mes sin que suponga un problema. Y es que los traders noveles obvian eso y solo se centran en la posibilidad de ganancias pero no en la de las pérdidas. Y antes de pensar en los beneficios, hay que pensar en las pérdidas máximas que podemos asumir al mes y al año.